El tema que nos angustia a los venezolanos, no me cabe la menor duda, es cómo salir de este régimen, como reorientar la política de la oposición después de los resultados decepcionantes del 2016. Se aposto por la salida con el referendo revocatorio porque era la forma más expedita de satisfacer la inmensa voluntad de cambio de los venezolanos a través de un proceso constitucional, democrático, pacífico y electoral. Cerrado aparentemente el camino del revocatorio se hace necesario buscar alguna manera de encausar las ansias de cambio de la ciudadanía por un proceso electoral, lo que pone de relieve renovar los esfuerzos por realizar las elecciones de gobernadores.
No hablo de que este sea el único mecanismo de lucha en la medida en que el objetivo no es la elección en si misma sino seguir acumulando fuerzas y ganar espacios de poder que permitan un desplazamiento final del régimen. La elección de Gobernadores además no es algo que este dado de suyo, hay que presionar con nuestra fuerza social de calle esas elecciones porque el régimen no las va a permitir sino salimos a pelear por ellas, entre otras cosas porque Maduro y su banda saben que van a perder la mayoría de las gobernaciones, produciéndose así ante nosotros mismos y el mundo una nueva demostración de fuerza y de la voluntad de cambio de los ciudadanos. Conquistar las elecciones a Gobernadores y ganarlas nos abre un camino a las elecciones del Alcaldes y Consejos Legislativos, que son procesos que permiten arrancarle espacios políticos fundamentales al régimen.
La lucha por las elecciones regionales nos permite tomar las calles con objetivos democráticos tangibles, en la medida en que las elecciones a Gobernadores están en mora en su proceso de realización y las de Alcaldes deben realizarse este año. Lo que permite a la oposición movilizarse con planteamientos legales y legítimos desde el punto de vista constitucional y democrático, que puede aglutinar fuerzas no sólo del campo opositor sino de sectores del chavismo que desertan cada día más abiertamente del horror de hambre, miseria y muerte que ha impuesto Nicolás Maduro, además nos permitirá mantener el apoyo y la solidaridad que el contexto internacional manifiesta a favor de un cambio en Venezuela.
Sé que la idea de las elecciones a Gobernadores y Alcaldes no seduce a muchos venezolanos por la decepción de los resultados políticos del 2016. Pero es lo único que nos permite movilizarnos en la calle y dar una lucha unitaria para salir del régimen de una manera que puede contar con el respaldo de la Comunidad Internacional. Esta no será una lucha fácil, tendrá que haber mucha presión ciudadana para que se realicen. Pero, además tenemos que tomar en cuenta que son los sectores más radicales de régimen: Diosdado y compañía los que están más interesados en que no se efectúen estas elecciones; mantener una posición por parte de sectores de la oposición de no dar la lucha por las elecciones es hacerle el juego a la banda de los siete. Abrir una lucha distinta a la electoral y democrática es facilitarle al régimen agudizar la represión que como hemos visto iniciaron comenzando el 2017, y lo que buscan es la menor excusa para acabar con los pocos restos de vida “civil” que aún nos quedan.
Elaborar una estrategia que permita rescatar las elecciones regionales debe ser la ruta para dar de baja al “socialismo en el siglo xxi”, y es una tarea urgente, porque el régimen se prepara con los nuevos desplazamientos de los personajes en los puestos de poder para cerrar como hicieron con el revocatorio toda salida electoral. No debemos por obcecación facilitarle sus objetivos. Para el castrismo-madurismo siempre lo más difícil será enfrentar objetivos constitucionales, democráticos, pacíficos y electorales, porque ahí están nuestras mayores fortalezas y ahí reside el sólido apoyo internacional con que contamos.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog