No he tenido el honor de conocer personalmente al general en jefe Raúl Isaías Baduel, de allí que mi opinión sobre su trayectoria castrense y civil está exenta de cualquier tipo de identidad con él y su familia. El general Baduel formó parte de lo que se llamó el juramento del Samán de Güere. Los testimonios de familiares, amigos y militares es de que no participó en los golpes liderados por Hugo Chávez Frías el 4 de Febrero y el 27 de Noviembre de 1992, dando cumplimiento al otro juramento de respetar la constitución al graduarse de subteniente y licenciado en artes militares. Ante la carmonada del 11 de Abril de 2002 que disolvió todos los poderes legítimamente constituidos, fue enfático al decir que había actuado en defensa de la constitución y no por el simple hecho de regresar a Chávez al poder. Fue esto último lo que más se resaltó, sin reconocer que fue mayoritariamente el alto mando militar (Baduel era el jefe de la guarnición de Maracay) el que acordó regresar a Chávez a la presidencia, que por otra parte tenía el aval de la OEA.
El general Baduel asumió una posición digna y valiente con motivo del referendo solicitado por Chávez para perpetuarse en el poder con la reelección indefinida. Conminó a los militares a que leyeran la constitución que no establece este exabrupto. De allí en adelante el finado presidente Chávez se enfiló contra Baduel y le fabricaron un delito como eso del faltante de unos 40 millones de bolívares del Ministerio de la Defensa, que nunca han podido demostrarle. Lo condenaron a una sentencia injusta que forma parte de la actuación de los poderes jurisdiccionales de esta dictadura que ha condenado igualmente a cientos de venezolanos por el hecho de pensar distinto al régimen. El general Baduel ha sufrido incomunicación y sometido a crueles tratos violatorios de los derechos humanos. Para colmo su hijo Raúl Emilio Baduel fue también injustamente condenado a ocho años de prisión. Sinceramente creo lo que dice su hermana Andreina que el delito fue que lo encontraron en una acera con una cruz que decía paz.
El defensor del pueblo actuando como militante del partido de gobierno y no en el rol que le corresponde constitucionalmente, ha hecho mutis ante la violación de los derechos humanos de todos los presos políticos, una que otras escaramuzas para aparentar que si está cumpliendo con su obligación de protegerlos. Ante todo es de observar la actitud revanchista del finado presidente Chávez que no le perdonó a Baduel su apego a la constitución. Aquí cabe agregar que el referendo lo perdió Chávez y como todo dictador impuso la reelección indefinida inconstitucionalmente vía habilitante. Sinceramente la ha salido cara al general Raúl Isaías Baduel su apego a la constitución, pagando con ocho años de cárcel. Faltando apenas unos días para cumplir su injusta condena, le revocan la libertad condicional y lo envían nuevamente a Gramo Verde con la cobarde intención de mantenerlo preso. Así viene actuando esta dictadura inepta, corrupta y represiva. Mi solidaridad con su esposa, sus doce hijos y demás familiares ante tantos atropellos.
- Economista, Profesor Titular de LUZ, [email protected]