Alza de la gasolina daría estabilidad a la economía

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Una nueva alza y de manera “progresiva” en el precio del combustible podría autorizar el Gobierno nacional, antes de finalizar el primer semestre de 2017, como una opción para mejorar la “situación financiera” del país, debido a la baja recuperación del valor del crudo. La medida serviría además como una vía alterna que permita captar más recursos económicos para el financiamiento de los programas sociales, reseña Panorama.

El año pasado, la misma Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Consejo Nacional de Economía Productiva realizaron la recomendación al presidente Maduro con la finalidad de estabilizar la economía. En un documento oficial los organismos aconsejaron al Ejecutivo un “aumento progresivo de los precios de las gasolina (y diesel), electricidad y otros derivados de los hidrocarburos a los largo de los próximos 18 meses. El objetivo de este ajuste de precios será para financiar el programa de transferencia directas”.





La misma Unasur pronosticó que un incremento más elevado en el precio de los carburantes podría desencadenar un descenso considerable en el consumo interno hasta los 342.000 barriles/día, “generando un ahorro de 158 (MDB) lo que equivale a 217 millones de ingresos adicionales por mes”.

Inflación

En ese sentido, el economista José Antonio Castillo aseguró, a Panorama, que “no es descabellado que Maduro anuncie un nuevo alza en el valor del combustible en las próximas medidas cambiarias. El incremento del año pasado ya se lo comió la inflación de más del 500%. Llenar un tanque de un vehículo cuesta ahora menos de Bs. 200, prácticamente nada”, dijo.

El experto enfatizó que “el Gobierno requiere con urgencia sumar más dinero para financiar sus programas sociales, en especial, las tarjetas alimentarias y las pensiones. Una opción es subir la gasolina nuevamente porque ya lo hizo con el carburante que se vende en las zonas fronterizas y cuyo precio supera los 900 pesos. Esa medida aún no ha rendido frutos porque Colombia no permite que los vehículos transiten en territorio venezolano”.

En febrero de 2016, el presidente Nicolás Maduro autorizó el último incremento, después de 20 años de espera, en el precio del carburante, pasó de 0,07 bolívares a Bs. 1 (91 octanos), y Bs. 6 la de 95 octanos. El aumento fue de 1.328% en el carburante de menor octanaje y de 6.085% en la de 95.

Urgente

La semana pasada, la propia Academia Nacional de Ciencias Económicas, en un comunicado, exhortó al Gobierno a tomar medidas “urgentes” para superar la “lamentable situación económica que vive el país”.

Entre sus sugerencias la academia de ciencias exhortó a “sincerar los precios de los combustibles internos y rescatar a la industria petrolera de los compromisos impuestos que le han impedido cumplir con su misión de producir competitivamente crudo, gas y sus productos”, pues esto “mejoraría significativamente su situación financiera”.

Improbable

El economista merideño Mario Isaías López calificó como “improbable” que el presidente Maduro incremente los combustibles en lo que resta de 2017. “Seria una decisión bastante arriesgada y con un alto costo político, más aún en un año electoral y en espera que el CNE autorice las elecciones de alcaldes y gobernadores”.

Enfatizó que “el costo económico también es de grandes proporciones. Un alza dispararía aún más el índice de inflación. Datos de la AN señalan que solo en enero y febrero se registró una tasa acumulada de 42,5%. Proyecta ¿en cuánto cerrará si suben los precios de la gasolina de 91 y 95 octanos? ¿cuánto subirían los alimentos, los servicios? sería algo difícil de asimilar por la población”, advirtió el experto.