En tiempos de crisis, venezolanos se solidarizan para mitigar el hambre (fotos)

En tiempos de crisis, venezolanos se solidarizan para mitigar el hambre (fotos)

A volunteer of Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative speaks with a homeless child after giving him a cup of soup and an arepa in a street of Caracas, Venezuela March 5, 2017. Picture taken March 5, 2017. REUTERS/Marco Bello

 

Niños descalzos, vestidos con ropa sucia y harapienta, gritan y aplauden cuando cada domingo se acerca la caravana de carros que se abre paso en las transitadas calles de Caracas, reseña Reuters.





Los voluntarios bajan de sus vehículos y entregan sopas y vestimentas para los niños que esperan emocionados, tras haber llegado desde Charallave, una ciudad dormitorio a unas horas de la capital venezolana.

“Esto nació porque vemos todos los días en las calles de Caracas y de Venezuela, gente que está comiendo basura, no solamente indigentes, sino personas que van al trabajo y simplemente no les alcanza para comer”, dijo Diego Prada, un empresario de 28 años quien comenzó en diciembre esta iniciativa con sus amigos, movidos por la grave crisis económica que afecta al país petrolero.

“Haz la diferencia” es uno de los muchos proyectos de solidaridad que han surgido en Venezuela, un país que atraviesa su cuarto año de recesión económica, lo que ha obligado a muchos a saltarse comidas por los altos costos y la escasez de alimentos.

Según una encuesta de finales de 2016 conducida por la firma privada Ratio/Ucab, un 68,3 por ciento ha tenido que pedir dinero prestado para comprar comida, un 30 por ciento ha recibido alimentos regalados, un 8 por ciento reconoce haber comido de la basura y un 5 por ciento haber mendigado.

Y de acuerdo a otro reciente estudio de tres universidades venezolanas, el 93 por ciento de la población no tiene ingresos suficientes para comprar todos los alimentos necesarios y un 73 por ciento ha perdido peso en el último año; 8 kilos en promedio.

Empresas, comunidades religiosas, individuos preocupados por el tema y hasta un grupo de chef y dueños de restaurantes de lujo han iniciado fundaciones en los últimos meses para servir comida, donar ropa y suministrar ayuda a los hospitales e instituciones de caridad que luchan por mantenerse a flote.

Acostumbrados a vivir en una de las naciones más ricas de la región, los venezolanos se sorprenden al ver el creciente número de personas que intentan obtener comida hurgando en la basura.

Los críticos culpan al gobierno socialista de los problemas económicos de Venezuela, que se han visto exacerbados por la caída del precio del petróleo. Pero el presidente Nicolás Maduro asegura ser víctima de una “guerra económica” de la oposición y los empresarios, respaldada por el gobierno de Estados Unidos.

“Si la burguesía le esconde los alimentos, yo se los llevo a su casa. La producción nacional debe estar dirigida al pueblo venezolano para vencer la guerra de los bachaqueros (revendedores) y la guerra imperialista”, dijo Maduro este mes inaugurando una fábrica empaquetadora de las bolsas de los “CLAP”, un polémico sistema gubernamental de venta de alimentos subsidiados.

Las personas interesadas en comprar la “bolsa CLAP” deben inscribirse en el consejo comunal que sirve a su zona y pagar por adelantado por los alimentos que importa o compra el Gobierno. Pero voces críticas dicen que aunque su precio está bastante subsidiado, su distribución es errática y su contenido muchas veces no es suficiente nutricionalmente.

En Caracas, seis de los restaurantes más elegantes y prominentes cocineros se han unido para formar una organización llamada “Barriga llena, corazón contento”, que colabora con comida para una casa de ancianos y un hospital infantil desde mediados de 2016.

Cada uno toma un día para entregar sopas y colaborar con la causa.

“En ocasiones hemos estado ya con el último paquete de espagueti, pero gracias a Dios, en el momento más crítico siempre nos llega una donación”, dijo María Fátima Ramírez, una paciente de 55 años en un hogar para ancianos de una populosa barriada en el oeste de Caracas.

Por Andreína Aponte/Reuters
Fotos Reuters /Marco Bello

Waitresses of the J.M. de los Rios Children Hospital wait for cups of soup donated by La Casa Bistro restaurant, member of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, to distribute them at hospitalization floors, in Caracas, Venezuela February 20, 2017. Picture taken February 20, 2017. REUTERS/Marco Bello

Ronald Carpio, a chef at La Casa Bistro restaurant, member of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, prepares soup to be donated to the J.M. de los Rios Children Hospital, in Caracas, Venezuela February 13, 2017. Picture taken February 13, 2017. REUTERS/Marco Bello

A woman greets chefs of La Casa Bistro restaurant, members of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, as they arrive carrying a cooking pot full of soup donated to the Mother Teresa of Calcutta nursing home, in Caracas, Venezuela February 20, 2017. Picture taken February 20, 2017. REUTERS/Marco Bello

Chefs of La Casa Bistro restaurant, and members of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, unload a cooking pot full of soup to be donated to the Mother Teresa of Calcutta nursing home, in Caracas, Venezuela February 20, 2017. Picture taken February 20, 2017. REUTERS/Marco Bello

A mother feeds her child with soup prepared by Chef Elisa Bermudez (not pictured) and volunteers of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, at the J.M. de los Rios Children Hospital in Caracas, Venezuela February 22, 2017. Picture taken February 22, 2017. REUTERS/Marco Bello

A cooking pot is seen at the kitchen of the Mother Teresa of Calcutta nursing home, in Caracas, Venezuela February 23, 2017. Picture taken February 23, 2017. REUTERS/Marco Bello

A worker waits to deliver bowls of soup donated by La Sibilla restaurant, member of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, at the Mother Teresa of Calcutta nursing home, in Caracas, Venezuela February 23, 2017. Picture taken February 23, 2017. REUTERS/Marco Bello

Volunteers of the Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative prepare soup and fill in arepas to be donated, at the home kitchen of one of the volunteers in Caracas, Venezuela March12, 2017. Picture taken March 12, 2017. REUTERS/Marco Bello

Diego Prada (L), a volunteer of the Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative, gives a cup of soup and an arepa to a man in a street of Caracas, Venezuela March12, 2017. Picture taken March 12, 2017. REUTERS/Marco Bello

Diego Prada (C), Maria Luisa Pombo (L) and other volunteers of the Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative prepare soup to be donated, at Maria Luisa's kitchen in Caracas, Venezuela March12, 2017. Picture taken March 12, 2017. REUTERS/Marco Bello

Volunteers of the Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative prepare arepas to be donated, at the home kitchen of one of the volunteers in Caracas, Venezuela March 5, 2017. Picture taken March 5, 2017. REUTERS/Marco Bello

Mariana Zuniga (L), volunteer of Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative, gives a cup of soup to a man in a street of Caracas, Venezuela March 5, 2017. Picture taken March 5, 2017. REUTERS/Marco Bello
 

Lids with messages that read "soup with love" are seen at the home kitchen of a volunteer of Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative, in Caracas, Venezuela March 5, 2017. Picture taken March 5, 2017. REUTERS/Marco Bello

A woman grabs a bowl of soup donated by La Sibilla restaurant, member of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, at the Mother Teresa of Calcutta nursing home, in Caracas, Venezuela February 23, 2017. Picture taken February 23, 2017. REUTERS/Marco Bello

Chefs of Altos restaurant, members of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity, carry a cooking pot full of soup to be donated to the J.M. de los Rios Children Hospital, in Caracas, Venezuela February 24, 2017. Picture taken February 24, 2017. REUTERS/Marco Bello

A woman carries her child as she waits for a cup of soup being served by chefs of La Casa Bistro restaurant, members of the "Full Stomach, Happy Heart" (Barriga llena, corazon contento) charity,  at the J.M. de los Rios Children Hospital in Caracas, Venezuela February 13, 2017. Picture taken February 13, 2017. REUTERS/Marco Bello

Volunteers of the Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative serve cups of soup to be donated, at the home kitchen of one of the volunteers in Caracas, Venezuela March 5, 2017. Picture taken March 5, 2017. REUTERS/Marco Bello

A volunteer of Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative gives a cup of soup and an arepa to a homeless child  in a street of Caracas, Venezuela March 5, 2017. Picture taken March 5, 2017. REUTERS/Marco Bello

A volunteer of Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative gives through a car's window a cup of soup to a homeless man in a street of Caracas, Venezuela March12, 2017. Picture taken March 12, 2017. REUTERS/Marco Bello

Mariano Marquez (L), a volunteer of Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative, gives a cup of soup and an arepa to a homeless woman in a street of Caracas, Venezuela March12, 2017. Picture taken March 12, 2017. REUTERS/Marco Bello

Diego Prada (2nd R) and Maria Luisa Pombo (2nd L), Volunteers of the Make The Difference (Haz La Diferencia) charity initiative, speak with a homeless man after giving him a cup of soup and an arepa in Caracas, Venezuela March 5, 2017. Picture taken March 5, 2017. REUTERS/Marco Bello