Gustavo Coronel: La lucha de Venezuela es contra la pandilla de los cinco

Gustavo Coronel: La lucha de Venezuela es contra la pandilla de los cinco

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El narco-régimen que acogota a Venezuela no es una revolución, no posee ideología, nunca tuvo un objetivo genuino de mejorar a los pobres. Es una pandilla manejada hoy por cinco gánsteres: Nicolás Maduro, Tareck El Aissami, Néstor Reverol, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López. Cuatro de estos cinco gánsteres ya han sido identificados como asociados con el narco-tráfico por la justicia estadounidense y el otro, Padrino López sabe bien a quien defiende, a cambio de su cuota de poder. Reverol, en particular, acaba de ser declarado como prófugo de la justicia estadounidense.

Estos son los cabecillas de la pandilla que saquea y reprime a Venezuela. Bajo estos capos se encuentra un grupo de unos 600 miembros principales de la pandilla quienes se han adueñado de sumas de dinero gigantescas, unos $300.000 millones de dólares. Son ministros, narco-generales, directores de empresas del Estado, contratistas del narco-régimen, magistrados chimbos del tribunal Supremo de Justicia, miembros de poderes públicos nombrados de manera ilegal (Poder Ciudadano, Consejo Electoral, TSJ), embajadores de la pandilla por todo el mundo, todos pagados con dinero nuestro para seguir defendiendo a los cinco gánsteres principales. La pandilla mantiene engañados a grandes sectores de la población venezolana con subsidios y transferencias de dinero que ya escasea pero que aún sirve para comprar su apoyo, incluyendo a colectivos armados que asesinan y saquean mientras el mini-Goebels Ernesto Villegas achaca tal vandalismo a la oposición. A través de Reverol y Padrino López la Fuerza Armada se ha hecho cómplice principalísimo de la pandilla, obteniendo puerta franca para manejar a su antojo grandes negocios en el sector de alimentos, minería, petróleo y contrataciones de armas.





Todo esto está ampliamente documentado. En Venezuela no hay un gobierno, no hay gobernabilidad, lo que existe es saqueo y represión. Es contra de esta pandilla criminal que se está luchando en Venezuela. Por ello los exhortos, las recomendaciones, las “preocupaciones”, los buenos consejos, los llamados a posibles diálogos y negociaciones, la búsqueda de salidas “elegantes” que les permitan a los gánsteres irse con su dinero mal habido, sin castigo, no son ni estratégicamente válidos ni moralmente aceptables.

Después de 18 años han desaparecido de la escena algunos miembros principales de la pandilla. Pero la pandilla sigue en el poder. Ha asesinado, robado, aprisionado, confiscado, extorsionado. Se ha burlado de los venezolanos, reduciendo al país al nivel de Haití y Zimbabue en todos los aspectos de la vida social, económica y política. Sus representantes en el mundo nos cubren de vergüenza.
Mientras esta pandilla y sus cinco gánsteres principales no sean expulsados del poder Venezuela no recuperará su dignidad. En este momento los venezolanos están dando la gran batalla en contra de esta pandilla, apoyados de manera creciente por los países del mundo. La pandilla está financieramente contra la pared, vendiendo hasta el oro y liquidando nuestra industria petrolera.

Hay que evitar que dejen al país sin un centavo, a la población enteramente prostituida y que se vayan con los restos del país a disfrutar de sus crímenes, sin castigo. La pandilla se desmorona, las ratas saltan del barco. Es la hora de perseverar en la batalla. Es una batalla por la Venezuela material pero, esencialmente, por la Venezuela espiritual.