Nace un niño viejo llamado DICOM

Nace un niño viejo llamado DICOM

Vicepresidente del Área Económica, Ramón Lobo, explica esquema de funcionamiento del sistema informático del Dicom. (Foto @BCV_ORG_VE)
Vicepresidente del Área Económica, Ramón Lobo, explica esquema de funcionamiento del sistema informático del Dicom. (Foto @BCV_ORG_VE)

 

Ayer el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Finanzas revelaron cómo funcionará el “nuevo sistema” complementario de divisas (DICOM).

Por Horacio Medina @unape





La verdad no importa el nombre, en esencia DICOM es lo mismo que hablar de SICAD I, II, III, es SIMADI, es DIPRO, es CADIVI, etc. Es, para todos, un asunto conocido que el nuevo mago o el “babalao Yoruba” de las Finanzas, Ramón Lobo, saca del conocido sombrero mágico o invoca en el mismo ritual, tal como lo hicieron Nelson Merentes y Marco Torres.

La esencia es que, desde hace tiempo, nunca hay dólares.

De acuerdo con lo explicado por los voceros de las referidas entidades, DICOM se trata de un mecanismo de bandas y subastas donde el monto de dólares a comprar estará limitado, al igual que el tipo de cambio.

En este mecanismo de bandas (por ahora, no armadas) y subastas, las personas naturales podrán comprar hasta un máximo de 500 dólares por trimestre (US$ 2 mil/año) y las empresas hasta 400 mil dólares al mes (US$ 4 millones 800 mil/año).

Para calcular el monto máximo que puede comprar una empresa, el cual nunca podrá superar los 400 mil dólares mensuales, se utilizará como parámetro lo declarado como ingreso bruto en el impuesto sobre la renta.

Concretamente se trata de “30% del ingreso bruto promedio mensual actualizado declarado en el impuesto sobre la renta en el ejercicio fiscal inmediatamente anterior”.

DICOM es un sistema de bandas, según explica el “babalao” Lobo, porque en cada subasta el tipo de cambio podrá ubicarse entre un monto mínimo y máximo que establecerá previamente el Banco Central.

De acuerdo con lo explicado por el “iluminado” ministro de Finanzas, Ramón Lobo, los compradores colocarán una orden con la cantidad de dólares que desean adquirir y el precio que están dispuestos a pagar. El sistema informático las organizará de manera automática en forma descendente desde la orden que ofrece el precio mayor hasta la menor.

Los dólares se asignarán comenzando por quien está dispuesto a pagar el monto mayor hasta que se acabe la oferta. El tipo de cambio oficial que resultará de la subasta será el más bajo a cancelar por quienes recibirán divisas.

Un aspecto relevante es que, si bien el tipo de cambio oficial será el más bajo entre quienes reciben dólares, cada comprador cancelará el precio que colocó en su orden de compra. El ministro de Finanzas señaló que “cada comprador pagará lo que ofertó y al precio que estableció (…),

El tipo de cambio oficial será el utilizado por las autoridades para determinar las estructuras de costos en las empresas que utilicen dólares propios para importar maquinaria, insumos o materia prima.

El sistema prevé qué hacer en caso de que el tipo de cambio oficial de la subasta se ubique por fuera de la banda, establecida por el Banco Central.

También, el referido ministro de Finanzas indicó que en caso de que “el tipo de cambio esté fuera del área de flotación que se ha establecido se va a activar de manera inmediata la contingencia. La subasta contingente va a trabajar con el mismo mecanismo de la subasta ordinaria con una salvedad: priorizamos la demanda de acuerdo a los requerimientos de la economía”.

Como no podía faltar la mención “socialista”, el ministro agregó que estos requerimientos “están asociados a los Quince Motores, al Plan Cincuenta, a la Gran Misión Abastecimiento Soberano y a aquellas variables que consideramos son fundamentales para la adjudicación de las divisas”.

Un aspecto a tomar en cuenta es que la porción en efectivo de las reservas internacionales no supera los 1.500 millones de dólares, dado que el régimen ha tenido que desembolsar divisas para pagar importantes vencimientos de deuda y el precio del petróleo emite claras señales que no registrará un aumento significativo durante 2017. Por tanto, existen serias dudas sobre la capacidad para aumentar de forma importante la liquidación de dólares a través del nuevo DICOM.

Vale acotar que una asignación máxima menor a los 5 millones dólares anuales, resulta ser prácticamente nada para empresa de mediano tamaño, en relación a sus compromisos en dólares.

Haciendo un ejercicio sencillo, entendemos que si hay, un número ínfimo de 1.000 empresas que soliciten esta cantidad en el año, estaríamos hablando de 5 mil millones de dólares, cifra que estimamos muy poco probable que el BCV pueda tener disponible para DICOM.

No obstante, estos mismos amigos economistas, expertos en tesorería, que hemos consultado coinciden en que la oferta será muy limitada y el sistema está lejos de permitir que las empresas puedan adquirir los dólares que requieren para importar la materia prima y los insumos que permitirían elevar la producción y disminuir la escasez.

Por ejemplo, de acuerdo con la empresa Ecoanalítica, en el primer trimestre de 2017 las importaciones se ubicaron en 4.193 millones de dólares, cifra que implica un descenso de 26% y, con respecto al primer trimestre de 2016, año que se caracterizó por recesión profunda y desabastecimiento de alimentos, medicinas y artículos de cuidado personal.

Fuentes financieras han comentado en diferentes medios que esperan que el Banco Central utilice bonos en dólares de la República y de PDVSA para aumentar la oferta. Básicamente a las empresas se les adjudicaría un título que luego venderían en el exterior para obtener las divisas.

Con el nuevo DICOM se mantiene la distorsión de la economía. Seguirá existiendo un dólar muy barato que se asigna a un tipo de cambio de 10 bolívares, otro mucho más caro que será el nuevo DICOM y el paralelo (una ley prohíbe divulgar su cotización), que continuará impactando a una porción muy importante de la economía.

En definitiva, sin ser economista y aun a riesgo de ser castigado por los comentarios de alguno de estos brillantes profesionales, en nuestra opinión, esta “novedosa” versión del DICOM servirá para continuar con la corrupción muy propia de los controles de cambio y para seguir con el raspado de la olla. Como complemento, DICOM será aprovechado para abrirle paso una nueva mega-devaluación que desaparecerá el con el ya mermado bolívar fuerte, Una maga-devaluación que producirá un salto desde los 800 Bs/$ hasta un número superior a los 2000 Bs/$. Para muestra el Director del BCV, Pedro Maldonado ha dicho que para hoy, dia del inicio de las subasta, se fija nueva banda entre 1.800 y 2.200 bolívares.

Venezuela seguirá siendo un país con tres tipos de cambio en un contexto de muy bajas reservas internacionales y donde el Banco Central emite bolívares en grandes cantidades para financiar a la administración de Nicolás Maduro.

Finalmente, diversas fuentes consultadas indican que la diferencia entre los dólares que el Banco Central vende a 10 bolívares más los que ofertará a través del nuevo DICOM vs los que en verdad desean comprar los ciudadanos y las empresas, seguirá dando pie a un mercado paralelo donde la demanda es gigantesca, todo en un entorno de elevada conflictividad política, una inflación desbordada que lleva a las personas a proteger su patrimonio en moneda dura.

Un espacio grande para corruptos y corruptores, para vivos y vividores.