Frente a un estado forajido que somete y castiga a un pueblo inocente que lucha por su libertad, por la violación constante y flagrante de la Constitución Nacional; frente al asesinato de más de 60 venezolanos en manos de los cuerpos de seguridad del gobierno; frente a las detenciones y enjuiciamientos ilegítimos y amañados; frente a un Consejo Nacional Electoral aberrado que desconoce la voluntad del pueblo y frente a un diálogo hipócrita que busca entramparnos para darle oxigeno a una cúpula cívico militar, es menester que Yaracuy se mantenga en rebelión.
Nuestro pueblo es de gente luchadora por antología, embraguetada con su historia y fiel a los principios democráticos que nos dejaron nuestros antecesores, por ellos y por ese legado, estaremos en todas las calles de Yaracuy y de nuestra Venezuela hasta que se restablezca el hilo constitucional y se convoquen a unas elecciones a gobernadores y alcaldes, sólo así veremos la luz al final del luz, que cada vez esta más cerca, porque a diario son millones de voluntades que se suman a esta lucha pacífica y soberana del bien contra el mal.
De hecho la posición correcta y avalada por la historia de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz; el pronunciamiento de dos magistrados activos del Tribunal Supremo de Justicia y de muchos más que se encuentran amenazados y chantajeados por el régimen, es señal inequívoca de que Nicolás Maduro cada vez está más solo en esta guerra a muerte que declaró al pueblo venezolano, y que más temprano que tarde en Venezuela habrá justicia y democracia, porque nuestro pueblo así lo ha decidido.
El descontento de los venezolanos no es sólo por la ruptura del orden constitucional, sino por muchas aberraciones que hicieron estallar la olla de la protesta. Nuestro pueblo muere de hambre, no hay medicinas, la inseguridad nos está matando, la corrupción de estos enchufados hizo estragos en nuestra sociedad creando una casta de opulencia y fortuna a costillas de las necesidades de la gente, la falta de una política social creíble y verdadera, la exclusión, la anarquía y el llamado constante a la guerra, fueron los detonantes para que salieramos a las calles de Venezuela a exigir un cambio en el modelo político del pais que nos agobia y nos condena a la muerte.
En Yaracuy estamos en rebelión, nosotros no tenemos fecha ni horario en el calendario para protestar, y no abandonaremos las calles por más represión, bombas, balas, colectivos y guardias nos echen. Estamos claros en nuestra lucha que es por demás legítima y sabemos que esta presión que tiene 66 días en las calles, tambalea cada día más la silla del que se hace llamar presidente de los venezolanos. Fuerza Venezuela, fuerza Yaracuy, continuemos en nuestra lucha por lograr la independencia del yugo corrupto, genocida e inmoral que hoy utiliza todo su poder para aplastar a un pueblo y sus derechos fundamentales.
Luis E. Parra
Diputado a la Asamblea Nacional
Primero Justicia Yaracuy
@LuisEParra78