Jesús Peñalver: Diles que no me maten

Jesús Peñalver: Diles que no me maten

Jesús Peñalver  @jpenalver
Jesús Peñalver @jpenalver

 

Pudo haber sido mi hijo. Dueles, país. ¿Hasta cuándo está maldición? ¿Acaso, Dios, nos has abandonado? Y pensar que al cáncer se le suma el dolor de ver asesinado a su hijo, a manos criminales del ch…abismo. En esa cruz la mamá de Fabián Urbina. ¡Pena!

Ni exceso policial ni uso desproporcionado de la fuerza. Nada de eso. Asesinos a sueldo. Es la represión chavista plagada de instintos criminales. Aferrados criminalmente al poder; asidos a la silla, a la mesa y hasta al florero; no solo el miedo a perder el erario, sino a ser juzgados. Así andan.





¿Viste, tropa? no hay edad fija para morir asesinado en las garras criminales de la peste que desgobierna a Venezuela. Nos matan en calles y callejones, quebradas y autopistas, incluso nos echan al apestoso río que nunca limpió la inefable, sonriente y descarada funcionaria aquella, pero que sí se embolsilló los reales destinados a la limpieza.

Por allí van orondos los esbirros, exhibiendo sin pudor sus armas de gases, metras, perdigones y asesinas balas. Colman la ciudad, acechan, ocultos como la raya, como la mala intención. Asesina y despiadada; inhumana y cruel; aventajada en sus instintos criminales. Así la represión chavista ayer, hoy y mañana. No cambiarán. Así los vemos en “autopistas de hombres de verde y asesina estampa”, parafraseando a la Garza de El Pez que Fuma.

Todos vamos a las marchas con nuestro número en la sangrienta rifa chavista. Así, sin más vueltas ni eufemismos. Por eso desmiento y reprocho a aquellos que creen que nos pagan o han lavado nuestros cerebros para seguir como borregos de manadas a cualquier líder.

Es preciso ser bien necio, quizá imbécil en demasía para creer que la Mesa de la Unidad Democrática convoca a jóvenes –y a la ciudadanía en general- a marchas y concentraciones, como si del matadero de ganado se tratase. Insisto, es preciso ser bien idiota para creer que la MUD lleva a los jóvenes a las marchas y otras protestas, para que la gnb o cualquier otro grupete de sanguinarios los asesine. ¡Idiotas!

En esta hora de angustia y de profundo dolor, mi rezo también por las madres huérfanas, las valientes y aguerridas, que aunque tristes y dolidas, no parieron hombres nuevos, sino hombres de bien, con sueños truncados por la infamia que hoy se empeña en acabar con el país.

El hombre moderado es el verdadero dueño de sí mismo y el más apto para evitar que las pasiones se impongan sobre la razón. No se requiere de mucho talento o filosofía para comprender cuando un hombre es falso o hipócrita, y Venezuela, desgraciadamente, ha sabido desenmascarar a muchos de sus líderes, que infieles a sus promesas, sólo han vivido su egoísmo.

Mientras ocurría la muerte de Fabián Urbina, en el preciso instante de su vil asesinato, una cuerda de chulos hemisféricos, caterva de jalabolas caribeños que parasitan nuestro erario, sin importarles la desgracia que vivimos, en la reunión de la OEA, en México, se negaban o abstenían de aprobar alguna declaración que sirviera para frenar esta barbarie, ayudase en algo a parar esta tragedia, o en modo alguno abriera un camino, un horizonte de salida de esta caverna.

Vista la evidente complicidad de esa representaciones, de consuno con la desgracia que nos desgobierna, vale exclamar nuevamente: ¡Cuánto le ha costado a la República haber elegido a aquel desquiciado megalómano, golpista ruin y delirante.

Prohibido olvidar que en cada perdigonazo, cada lágrima gasificada, cada gota de sangre derramada, cada bala disparada, en cada miseria humana, ahí vive chávez.

Ya llegará la hora en que podamos hablar de heroísmo sin delito, de gloria sin sangre y de victoria sin lágrimas.

Jesús Peñalver