Pocos dudan del efecto demoledor que las sanciones petroleras estadounidenses tendrían en contra del narco-régimen venezolano. ¿Podrían aplicarse estas sanciones sin que el pueblo venezolano resulte afectado y sin que puedan ser utilizadas por Maduro como excusa para culpar a los Estados Unidos del desastre venezolano? Creemos que esta posibilidad existe, si son acompañadas de estrategias complementarias que describo a continuación.
El dinero que recibe Maduro de la venta de petróleo a Estados Unidos no ha servido para satisfacer las necesidades del pueblo. Ha sido utilizado por Maduro para pagar deuda, sobre todo la que se deriva de bonos que en gran proporción están en las manos de sus propios compinches. Debido a esto el pueblo venezolano ha estado pasando hambre, mientras los pandilleros se siguen llenando los bolsillos. Esto es tan conocido que dudo que Maduro pueda alegar que los Estados Unidos serían responsables de la tragedia venezolana, la cual existe desde hace años, sin que las sanciones hayan sido aplicadas. Las sanciones, de llevarse a cabo, podrían ir acompañadas de (a), una vigorosa estrategia comunicacional que minimice la posibilidad de que sean políticamente tergiversadas por Maduro. En paralelo, (b), se llevaría a cabo un programa de dimensiones continentales de ayuda humanitaria a los venezolanos, a través de la Cruz Roja mundial. Este programa seria generado por los países de la región en decisión multilateral, a ser coordinado por la Secretaría General de la OEA y llevaría a los venezolanos los alimentos y las medicinas que hoy no existen en el país. ¿Se atrevería Maduro a parar en las fronteras y puertos de Venezuela un programa masivo de naturaleza regional dirigido por la Cruz Roja internacional? Habría que verlo y, si lo hace, habría que ver cuál sería entonces la reacción de los venezolanos y de la región. El costo político de hacerlo sería demasiado alto para el narco-régimen.
Es cierto que USA impuso por años un bloqueo económico a Cuba que no logró su objetivo de desplazar al castrismo del poder pero no es menos cierto que la revolución cubana de Fidel Castro representaba algo diferente para América Latina que lo que hoy parece representarle Nicolás Maduro y su pandilla. Los latinoamericanos, de manera astigmática, siempre vieron a Fidel Castro como el símbolo de la “independencia” latina frente al poder del gigante estadounidense y siempre favorecieron a Castro con su apoyo soterrado o explícito. No creemos que ese sea el caso de la América Latina de hoy con respecto a un Nicolás Maduro abusador, ridículo, mentiroso y rechazado por la opinión pública internacional. El apoyo que América Latina y la izquierda mundial le dieron a Fidel Castro no es fácil de esperar para Nicolás Maduro y su pandilla.
No podríamos asegurar, en conciencia, que las sanciones petroleras en contra del narco-régimen tendrían garantía de éxito pero si pensamos que podrían acelerar la resolución de la crisis. La situación venezolana es tal que cada año que permanece el narco-régimen en el poder resulta en 25.000 muertes violentas, miles de millones de dólares en pérdidas económicas y gran sufrimiento a la población venezolana que no está arrodillada frente al régimen.
Cuando un paciente tiene que elegir entre sufrir un dolor incesante de muelas por largo tiempo y el dolor de una extracción por algunos minutos, la decisión suele ser la extracción, sobre todo si está acompañada de una anestesia local.