Esta semana conmemoramos un nuevo aniversario del natalicio de nuestro Libertador Simón Bolívar. Pronunciar su nombre en cualquier rincón de América, y el mundo, es hablar de estrategias, independencia, ideas, unión, organización, liderazgo y libertad.
Un hombre que usó las armas con estrategia para alcanzar la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y su país natal Venezuela, provincias que pertenecían a la Corona Española.
Ideas que dieron origen a la corriente política del bolivarianismo, que ha sido desarrollada y promovida por partidos de izquierda marxista latinoamericanos; y que en la actualidad ha sido manejada a conveniencia de los dirigentes políticos de América Latina. El mejor ejemplo de esto fue, Hugo Chávez, quien con sus pretensiones sobre el Socialismo del Siglo XXI pasó por tierra muchos de estos principios.
Hoy sumidos en la promesa vencida del Socialismo del Siglo XXI, los venezolanos estamos sometidos al hambre, la miseria, la impunidad y el desgobierno. Habitamos un país en el que sus calles se tiñen de sangre a diario. Los hospitales albergan desesperanza y muerte. Los aeropuertos coleccionan lágrimas, despedidas y abrazos que no serán retribuidos en un futuro cercano.
Vivimos en país rico en capital humano y tesoros naturales, abandonados a su suerte y padeciendo una de las peores crisis de su historia. Una Venezuela humillada, golpeada pero que no pierde la esperanza, que frente a cada ataque tiene una respuesta, sana sus heridas, se levanta y continúa. Una Venezuela donde los niños juegan a ser “libertadores” en medio de un conflicto político social, sin zapatos ni camisa, viviendo de la limosna de quienes huyen de la represión y piden a viva voz, ¡Libertad!
Por eso, ante la constante violación de nuestros derechos por parte de Nicolás Maduro y su grupito de enchufados. Ante su evidente miedo a la justicia y la verdad. El pasado viernes 21 de julio, los diputados de la Unidad a la Asamblea Nacional electos por el pueblo, siempre apegados a nuestra Constitución, designaron a 33 nuevos Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, para hacer valer los derechos de todos y cada uno de los venezolanos.
Pero a menos de 24 horas de esta proclamación democrática y constitucional, fuimos testigos de la detención arbitraria y anárquica del magistrado, recién designado, Ángel Zerpa Aponte. Señor Maduro, sepa usted que, defender la Constitución Nacional y al pueblo de Venezuela no es un delito. Una vez más se ha mostrado ante el mundo como un dictador, dejando al descubierto su sed de poder y el pavor que le tiene a la justicia.
Su miedo constante es un secreto a voces a lo largo y ancho del globo terráqueo. No crea, señor Maduro, que callar a los medios es callar la voz del pueblo. Hemos visto que su nueva orden es reprimir brutalmente a periodistas y fotógrafos quienes documentan lo que aquí pasa, lo que no ha terminado de entender es que siempre hay alguien, cerca o lejos de la zona de conflicto, que hace registro de todas y cada una de las atrocidades que comenten sus mercenarios.
Nada nos hará dar marcha atrás en nuestra lucha por el país democrático, libre y de oportunidades que nos merecemos. En más de 110 días de protestas hemos exigido la restitución del hilo constitucional de Venezuela. Seguiremos en la calle luchando por elecciones libres, la creación de un canal humanitario, el respeto a las instituciones, la libertad para todos los presos políticos y la suspensión de la Constituyente.
En Unidad somos más, juntos podemos lograrlo. Esta semana será difícil veremos, aún más claro, de lo que pueden ser capaces Maduro y su grupito de enchufados para perpetuarse en el poder. Nos armaremos de valor y determinación, tenemos el apoyo internacional ¡Venezuela, no está sola!
La convocatoria es a continuar la lucha y nunca desmayar. Estamos cada vez más cerca del final de esta lucha. La hora es ahora ¡Venezuela se levanta!