Luis Barragán: Con el caso Caguaripano, la dictadura renueva la modalidad de desapariciones forzosas

Foto: Luis Barragán / Archivo
Foto: Luis Barragán / Archivo

 

“El caso del diputado Gilber Caro se inscribe en una amarga experiencia totalitaria, necesaria de superar través de una decidida insurgencia cívica”, expresó el diputado Luis Barragán de Vente Venezuela, en el marco del debate realizado en la Asamblea Nacional con motivo de la ilegítima prisión y tortura de su colega mirandino.

“No hay diferencia alguna entre las mazmorras del Sebin y otras de organismos afines, con La Rotunda de los tiempos de Juan Vicente Gómez, y, lejos de amilanar a Caro y de amedrentarnos a tdos, nos lleva a enfatizar más la lucha por reivindicar las responsabilidades parlamentarias en una Venezuela que inexorablemente está orientada hacia la libertad y la democracia”, señaló el diputado del Partido de la Libertad al recordar, incluso, el testimonio que ha dado el diputado Gilberto Sojo, incorporado a la institución después de sufrir cárcel.





Recordó el diputado Barragán su propuesta para una reforma parcial del Código Penal, consignada a principios del presente año en la Comisión de Política Interior, a objeto de actualizar y tipificar el delito de violación de las inmunidades parlamentarias, distinguiendo entre la específica naturaleza de esta institución frente a la pretensión de confundirla con el régimen general del antejuicio de mérito que, al privilegiar a los más altos estamentos del poder, opta por el Código Orgánico Procesal Penal pretendiendo abrogar el artículo 200 de la Constitución.

“Además, la reforma muy puntual e interesada del artículo 175 del Código Penal en el año 2000, fue para extender la protección a cualesquiera magistrados públicos del oficialismo, plagada de errores hasta de técnica legislativa. La nuestra, también será una tarea de reconstrucción jurídica de las instituciones republicanas que refleje fielmente la de una democracia real y convincente”.

E, igualmente, hizo referencia a la situación de los generales Baduel y Vivas, y la del capitán Juan Carlos Caguaripano: “Independientemente de los hechos que protagonizaron, ejemplificándolo con el capitán Caguaripano, ni sus más cercanos familiares lo han visto ni saben si vive o no, dato éste que renueva la figura de la desaparición forzosa, propia de las viejas dictaduras de seguridad nacional que azotaron al continente. En efecto, algo inédito, la dictadura de Maduro Moros anunció y reconoció su captura, pero jamás ha respondido por su propio paradero a nadie, confiriéndole otra modalidad a la nefasta figura”.

Una probable casualidad, en el transcurso o después de concluido el debate, los familiares del capitán Caguaripano pudieron verlo en La Tumba. Por cierto, llamó la atención que el diputado Barragán, al concluir su intervención, grítase “!viva el Esequibo!”.

 
Nota de prensa.