Construcción de la cárcel zuliana, una promesa sin cumplir

Construcción de la cárcel zuliana, una promesa sin cumplir

Abandonada construcción de cárcel en Zulia // Foto Panorama
Abandonada construcción de cárcel en Zulia // Foto Panorama

 

La intervención de la cárcel Sabaneta dejó sin recinto penitenciario al Zulia hace cuatro años. La lucha entre reos por el poder en el penal culminó con 16 presos muertos, su clausura el 19 de septiembre de 2013 y una promesa incumplida de un centro de reclusión para el estado, señala un reportaje publicado por Panorama.

Dos años y siete meses después, otros episodios de violencia obligaron a intervenir el único retén de Maracaibo:





El Marite, el 1 de abril de 2016. Unos 2.184 reos fueron trasladados a nueve penales del país. “En un mes estaremos trayendo de vuelta a quienes deban estar aquí para que enfrenten su proceso judicial”, aseveró Iris Varela, quien para ese entonces era la ministra de Asuntos Penitenciarios. Hasta ahora sigue cerrado, con la esperanza de ser reinaugurado el 15 de noviembre de este año.

La falta de una penitenciaria zuliana y el abandono de la construcción del Centro de Procesados y Penados Judiciales (Cppj) -en el kilómetro 11 de la vía hacia La Cañada de Urdaneta-, abarrota los 15 calabozos de los centro de coordinación policial del Cpbez, el único de Polisur, los dos del Cicpc, el retén de San Carlos y el de Cabimas, según datos aportados por la organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad en su informe “Situación de los centros de detención preventiva en Venezuela Enero-Junio 2017”.

Abandonada construcción de cárcel en Zulia // Foto Panorama
Abandonada construcción de cárcel en Zulia // Foto Panorama

 

 

En total, unos 3.000 reos estarían distribuidos en estos espacios, de acuerdo con el informe de la ONG, lugares que no cuentan con la infraestructura adecuada, como: dormitorios, lavandería, enfermería, comedor, área de visita y recreación y de ejercicio.

Según Una Ventana a la Libertad, tampoco permiten una clasificación de presos según su sexo, edad, naturaleza, tipo del delito, y antecedentes penales, como lo establece el artículo 9 de la Ley de Régimen Penitenciarios.

Las comisarías están concebidas para albergar a una cantidad mínima de presos, pues solo deben permanecer máximo 48 horas en estas, tiempo en el que tiene que ser presentados ante Tribunales para que estos determinen su sitio de reclusión final.

Sin embargo, en estos espacios pequeños hasta penados cumplen sus condenas, contrario a lo estipula el artículo 3 de la normativa mencionada: “Las penas privativas de la libertad se cumplirán en las penitenciarias, cárceles nacionales y otros centros penitenciarios o de internación que bajo cualquier denominación existan, se habilitaren o crearen para ese fin”.

Ante la gravedad del hacinamiento, una fuente de Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas protestó al respecto: “Lo que estamos viviendo como organismo es bastante complicado. No tenemos capacidad para tantos presos. Enviamos solicitudes de traslados a otras prisiones, pero siempre recibimos la misma respuesta: ‘No hay cupo”.

 

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