José Luis Monroy: Siempre lo advertí

José Luis Monroy: Siempre lo advertí

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Miren aquí mañana viene Simón Bolívar de candidato por la oposición y sale trasquilado de una vez.





Hola que tal mi gente,  la crítica —ya lo he dicho aquí—, cuanto más negativa, mejor. El saber bien aquello que rechazo no me obliga —sólo eso faltaría— a saber qué es lo que quiero en su lugar.

Esta vez, sin embargo, sucede que no me limito a hacer astillas lo que detesto y arrojarlo, sino que, por una vez, tengo una propuesta alternativa, aunque dicha propuesta haya parecido a más de un amigo “irrealizable”, compasivo eufemismo para designar lo que se considera de plano delirante.

Toda historia es una leyenda. Una mistificación. Pero la de Venezuela lo es más. Sin duda alguna. No soy yo, somos muchos los que no sabemos por dónde entrarle, incluyendo un buen número de amigos míos, que alguna vez fueron cercanos.

Hoy quiero dar por terminada esta reflexión interminable, aunque obligatoriamente volverá a aparecer de manera recurrente una y otra vez. El problema y las dificultades siguen ahí, y por lo tanto el esfuerzo colectivo de unos por agravarlas y de otros por enfrentarlas y resolverlas, también deben permanecer presentes, incólumes, activas y prestas. Aunque sea desde el modesto papel de una página de periódico. La realidad pasa por la conciencia o a menudo, ay, por la inconsciencia.

Albert Einstein dijo alguna vez que si las abejas desaparecieran, a la humanidad le quedarían cuatro años de vida. Einstein no era biólogo ni ecólogo, pero en general sabía lo que decía. Su pronóstico/advertencia tiene que ver precisamente con la concatenación complejísima de las distintas formas de vida sobre nuestra esfera voladora.

Visto los resultados del domingo 15 de octubre no queda más que el asombro, por no decir otra palabra, quien se explica que en un país con la inflación más alta del mundo, con los alimentos y medicinas que no se consiguen, una inseguridad campante, hospitales que dan pena, el problema del dinero en efectivo, profesionales que se mataron estudiando vendiendo cafecitos en la calle y vagos que nunca han hecho nada en tremendas camionetotas y de paso se hacen llamar señores, y un largo etcétera de problemas, salga el gobierno ganando y de paso bien fortalecido, mientras Tibisay este en el CNE bajo la supervisión de Jorge Rodríguez aquí no hay que hacer, miren aquí mañana viene Simón Bolívar de candidato por la oposición y sale trasquilado de una vez, ya le tienen montado todo para que no gane, todos sabemos que estamos en algo bien raro, que eso no tiene explicación ni para Einstein.

Amigos hoy quiero que sepas que es la conjugación de varios factores, por supuesto el cínico gobierno, pero también su oposición y bastante que aquí lo dije, es mas hasta me atreví a decir cuáles eran los resultados, por lo cual recibí una cantidad de improperios que al contrario para mi eran piropos porque yo sabía lo que venía, siempre con 2 semanas de antelación les digo lo que va a pasar, pero como yo no soy de la MUD a mi no me tenían que hacer caso.

No me ufano de ver la realidad ni me burlaría jamás de una persona estafada. Al contrario. Menos mal que la palabra escrita deja huella.

Quien compra un juego, compra también sus reglas, su tablero y sus consecuencias.

Que si la compra de votos, que si las maquinitas, los cuadernos de votación… Entendidos. Pero a una coalición que dice estar blindada como la MUD, a la  que le pueden hacer fraude, obviamente, no puede gobernar.

El resultado es evidente, se friegan el empresario, el apicultor y las abejas. O nos queremos, a los otros y a nosotros mismos, o colaboramos o nos aniquilamos. O amamos a la Tierra o la extinguimos.  O lo entendemos o no: la Tierra no es nuestra, nosotros somos de ella. El actual conflicto venezolano no hace sino modificar los roles de tan mórbida dinámica.

@joseluismonroy