Al igual que en el resto del país, las familias de Tocuyito y Campo Carabobo se encuentran atravesando una durísima crisis económica que afecta incluso su capacidad de proveerse alimentos. Sin embargo, tras una evaluación efectuada por distintos dirigentes sociales, vecinales y educacionales, nos hemos topado con uno de los efectos más perniciosos de la actual crisis: La Deserción Escolar.
En la U.E. Estadal Libertador, en la parroquia Tocuyito, se nos informa la preocupante baja asistencia de los estudiantes en los últimos meses. De la misma manera, en el Liceo Bolivariano Guaratarí, en la parroquia Independencia, las aulas de 4to y 5to año se han mostrado vacías tras el regreso a clases. De hecho, hay secciones con matrículas de 25 y 30 estudiantes donde solo hay 5 alumnos. No son cuentos, los datos los tenemos desde esas y muchas otras unidades educativas de nuestro municipio.
En todos los casos, tanto el cuerpo docente como los vecinos, padres y representantes, nos indican varios factores que inciden en este preocupante fenómeno. Entre ellos, la incapacidad de comprar los uniformes y útiles escolares cuyos costos superan varias veces el ingreso mensual de una familia promedio. Otros estudiantes, principalmente de los últimos años del bachillerato, se ven forzados a dejar los estudios para buscar algún trabajo y ayudar a sus empobrecidas familias, de estos, unos cuantos han caído en el infrahumano e ilícito mundo de la explotación ilegal de oro en nuestra jurisdicción.
Aun peor, muchas familias, preocupadas por el futuro de sus hijos se han visto en la necesidad de emigrar para buscar en otros países la estabilidad económica que su propio país les ha negado gracias a la “Revolución”. Aquí primero se intenta chantajear a la gente con los CLAP o con una pensión antes de invertir en reparar una escuela o construir una nueva, porque vale la pena recordar que en Libertador solo se han construido 2 escuelas en 20 años y muchas, como el Liceo Guaratarí, tiene a los estudiantes viendo clases debajo de las matas por falta de salones.
Ahora bien, ese es el diagnóstico, pero desde Tocuyito también tenemos propuestas para resolver estos entuertos. Debemos decirlo, es ilógico que el Ministerio del Poder Popular para la Educación persista en su ceguera de exigir el uniforme escolar como si todas las familias pudiesen costearlo, si no se cuenta con el presupuesto público, ni con las ganas, de dotar gratuitamente de uniformes a todos los estudiantes deben proceder a revocar su obligatoriedad. Es momento de gobernar pensando en la gente y no en pajaritos preñados creyendo un éxito colocar tres veces al día el himno nacional cantado por el galáctico y fantasmagórico “comandante supremo y eterno” en cadena nacional.
Un país sin educación, es un país sin futuro. Si nuestros jóvenes no culminan sus estudios, no lograrán alcanzar empleos mejor remunerados y, por tanto, no saldrán de la pobreza. ¿De dónde sacaremos a los médicos, a los administradores, abogados o ingenieros qué necesitaremos en las próximas décadas? ¿Los importaremos? Da pena que el Alcalde y los Concejales sean figuras decorativas en el municipio. Desde AD reiteramos nuestra disponibilidad a todo Libertador para ser su canal de denuncia y lucha social, sin mala crianzas, ni fantasías, sino con participación, argumentos y votos #AquiSeHablaClaro
Julio Castellanos / [email protected] / @rockypolitica