Siguen sin aparecer la primaquina y la cloroquina, fármacos necesarios para el control y cura del paludismo. Son miles los enfermos que diariamente se aglomeran a las puertas de los ambulatorios y centros de salud del estado Bolívar en la búsqueda de tratamiento. Niños, jóvenes, adultos y ancianos con fiebre y escalofríos, síntomas típicos de malaria, claman y reclaman la medicina que les salve la vida, pero las ansiadas dosis no llegan o llegan en cantidades insuficiente, lo cual genera más problemas que soluciones. Los enfermos no tratados pueden morir y los que reciben tratamiento incompleto reciben un alivio temporal, pero al cabo de pocas semanas surgen nuevamente los síntomas y posiblemente se de inicio a un proceso de resistencia del parásito en relación al producto utilizado.
Nota de Prensa
El Diputado Luis Silva explicó que la lucha contra el paludismo comprende 3 etapas fundamentales: Prevención, Detección y Cura o Tratamiento; así mismo declaró que ha escuchado los testimonios de enfermos en distintas poblaciones del estado, encontrando como factores comunes la ausencia de programas de prevención ya que no se fumiga para controlar al Anópheles, no se reparten mosquiteros en los sitios donde la enfermedad es endémica, no hay suficiente reactivos para la detección y no se consigue el tratamiento completo y a tiempo.
Según Luis Silva, la Organización Panamericana de la Salud OPS, anunció la entrega de un millón cien mil tabletas de Primaquina al gobierno venezolano en el mes de octubre, sin embargo el producto no se ve en los ambulatorios, aunque si se ofrece en las redes a precios exorbitantes y en las minas se exige la entrega de una o 2 gramas de oro por un tratamiento.
En Venezuela los casos de paludismo pasaron de 90 mil en el año 2014 a 240 mil en el año 2016, sin embargo este año puede duplicarse esa cifra ya que solo en el estado Bolívar hasta el mes de octubre se han registrado 206 mil casos. Más allá de las cifras, Luis Silva recalcó que son las personas más humildes los más afectados, campesinos, indígenas, mineros y habitantes de caseríos, pueblos y barrios pobres son las víctimas principales de esta mortal enfermedad. Recordó los casos de Midgin Mujica que murió de paludismo durante su pasantía en el hospital, Arnoldo Gabaldón de Caicara, o Miraida Gutierrez trabajadora de la Dirección de Malariología quien fallece por falta de tratamiento.
Hoy hablamos con Maria Bogarín a quien se le diagnosticó positivo hace mes y medio, pero hasta la fecha no ha recibido la primera dosis, al igual que sus hijos de 11 y 10 años, Miguel Moronta diagnosticado el 12 de octubre y aunque presenta fiebre y escalofríos no ha sido atendido o Ramon Baca a quien remitieron desde La Paragua hace 3 semanas ya que allí tampoco hay primaquina, también yacía tirada en el suelo, junto con sus hijita de 1 año, Rosa Poyo, indígena de Camurica, quien declaró que su hijo de apenas 5 años ya ha contraído 2 veces el paludismo. Esta situación se repite con distintos nombres, pero similares casos en Caicara, Maripa, El Callao, San Felix o cualquier ambulatorio del estado.
Para finalizar el Diputado Luis Silva informó que solicitó un derecho de palabra este martes en la Asamblea Nacional para denunciar esta grave problemática ante la opinión pública nacional e internacional.