Judith Sukerman: Una especie llamada chavismo

Judith Sukerman: Una especie llamada chavismo

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Hace unos meses le escuche decir a alguien a quien admiro mucho, pero con quien mantengo importantes diferencias políticas, que el chavismo más que un proceso político o social, había que verlo como el proceso biológico en el cual una especie desplaza a otra ecológicamente similar para reducir la competencia; invadir su hábitat y apropiarse de sus recursos. En ese momento me pareció una exageración pero hoy debo admitir que comparto su criterio.





Desde que accedió al poder esta especie que llaman chavismo, ha procurado —con éxito- deshacerse de todo el andamiaje democrático y de las libertades que existían en el país, y con ello ha logrado el éxodo de más de dos millones de venezolanos, de los venezolanos mejor preparados, de los que se formaron y trabajaron para contribuir con el desarrollo del país; de los que creen en el esfuerzo propio, la honestidad y sus capacidades como métodos de acenso social. Hoy hay casi 500 presos políticos y decenas exiliados. Pero el régimen nos solo nos desplaza sino que se ha convertido en nuestro mayor depredador, en estos tiempos de revolución han muerto más de 300 mil venezolanos por homicidio y cada día es mayor la cifra de fallecidos por desnutrición y falta de medicamentos.

Las instituciones que deben garantizar el respeto a la democracia, las libertades y derechos ciudadanos han sido totalmente desmanteladas, burocratizadas y prostituidas hasta convertirlas en serviles órganos del régimen, dirigidas exclusivamente por adláteres e ideologizados miembros del PSUV. Nuestras instituciones que alguna vez fueron encabezadas por personas independientes y honorables, que crearon equipos con personal profesional y técnico que respondieran más a la meritocracia que a intereses partidistas, hoy no son más que meras seccionales del partido de gobierno.

Las universidades presentan un déficit no solo cuantitativo, sino también cualitativo de docentes; y poco a poco van extinguiéndose. Los medios de comunicación tampoco escapan de esta realidad, están cada vez más autocensurados; es evidente la desaparición casi completa de programas de opinión en radios y televisoras a nivel nacional.

En estos casi 19 años, el chavismo ha concentrado en unos pocos privilegiados el control económico del país. Se ha despojado a miles de comerciantes e industriales de sus empresas; los han expropiado, perseguido y hostigado hasta paralizar —incluso desaparecer- a quienes contribuían con el crecimiento económico, sustituyéndolos por inútiles y burocráticas “empresas socialistas” o por los boliburgueses; esos fieles representantes de su especie cuyas fortunas mal habidas, exhiben con impúdico orgullo

En lo político, han eliminado la validez del voto con reglas y ventajismos aberrantes; con inhabilitaciones, encarcelamiento y persecución de quienes realmente tienen opción de derrotar al régimen electoralmente, dejando a los ciudadanos solo con la posibilidad de elegir entre un chavista y un “opositor” dispuesto a arrodillarse para no perder un cargo o sus mínimos privilegios. Y también han logrado que alguno de los suyos se mimeticen entre nosotros, como lo hacen los camaleones

Han sido muchísimos los espacios que nos ha arrebatado el chavismo, haría falta papel para señalarlos todos y lamentablemente, debemos decirlo, hoy la posibilidad de que quienes somos mayoría en el pais signifiquemos una amenaza real en el voraz avance de esa especie que es el chavismo y su régimen destructor es muy reducido; y no solo porque carecemos de poder militar que nos respalde, sino porque nos falta el diseño de una estrategia clara y verdadera unidad.

Nuestro futuro depende de la efectividad de una estrategia unitaria bien pensada que evite el avance definitivo del chavismo ¿Seremos capaces de entenderlo?

El ecólogo ruso Georgil Gause, autor de la ley de exclusión competitiva, señaló que rara vez dos especies similares cohabitan o coexisten en un mismo territorio. Venezuela es nuestro hábitat natural, quienes aún nos mantenemos aquí, ¿qué haremos para evitar que siga nuestra depredación hasta la extinción definitiva?

@judithsukerman / [email protected]