La Difteria, cuyo nombre proviene del griego y hace referencia a una membrana, es una enfermedad infecciosa aguda y epidémica ocasionada por el bacilo de Klebs-Löffler (Corynebacterium diphtheriae), la cual se caracteriza por un período de incubación de dos a cinco días y la aparición de membranas firmemente adheridas en las superficies mucosas de las vías respiratorias y digestivas superiores, reseñó Últimas Noticias.
Su transmisión se da gracias al contacto directo por:
– Estornudos
– Piel
– Garganta
– Cualquier secreción de la persona infectada.
Las zonas afectadas por esta enfermedad son:
– Amígdalas
– Garganta
– Fibras nerviosas
– Miocardio
– Nariz
– Piel
La sintomatología puede presentarse de 3 a 9 días luego del contagio y es:
– Ardor de garganta al tragar
– Dificultad al respirar
– Fiebre
– Piel fría
– Membranas gruesas y grisáceas adheridas a la mucosa (este material puede llegar a bloquear la vía respiratoria y producir asfixia).
– Tos y ronquera
– Inflamación de los ganglios del cuello
– Secreción nasal acuosa y con sangre
– Úlceras en la piel (generalmente se observan en las áreas tropicales)
¿Cuáles son los especialistas a los que debemos acudir en caso de presentar la sintomatología?
– Infectólogo
– Pediatra
– Otorrinolaringólogo.
Exámenes y pruebas:
– Tinción de Gram o cultivo de exudado faríngeo para identificar la bacteria
– Análisis de la toxina (para detectar la presencia de la toxina producida por la bacteria)
– Electrocardiograma (ECG)
¿Cuál es el tratamiento?
La Difteria es combatida con la aplicación de la antitoxina diftérica a través de vía intramuscular o intravenosa, luego es tratada con antibióticos como la Penicilina o Eritromicina y en el caso de haber estado en contacto con el infectado se deberá recurrir a una vacunación, la cual se coloca junto a la de tétanos y tiene una duración de 10 años. De igual manera si fue aplicada hace más de cinco años, se deberá administrar un refuerzo.
Es importante conocer que esta afección puede ser aguda o grave y que la toxina diftérica presente en la circulación sanguínea,produce las principales complicaciones de la enfermedad (cardíacas, nerviosas, renales).