José Amalio Graterol: El efecto Afiuni

José Amalio Graterol: El efecto Afiuni

Jose Amalio Graterol

El 10 de diciembre de 2009, hoy hace ocho años la Juez penal de Caracas, María Lourdes Afiuni, reconocidamente honesta capaz y con experiencia, en uso de las facultades legales y aplicando correctamente las normas procesales decidió el cambio de la medida de privativa de libertad por una medida sustitutiva, al banquero Eligio Cedeño, quien venía siendo procesado, estando detenido por más de dos años, sin que el proceso  avanzara, ni siquiera se había llevado a cabo la audiencia preliminar.

Ese día 10 de diciembre de 2009, había sido fijado para que tuviera lugar la audiencia preliminar, la Juez se traslado a la Sala de Audiencias para verificar la presencia de las partes: se encontraba el procesado, la defensa y representantes de la Procuradora General de la Republica, se comprobó la inasistencia inexcusable de la representación fiscal. En ese estado, por cuanto reiteradamente le había sido solicitada, la Juez decreto una medida sustitutiva, de acuerdo al ordenamiento procesal. Un acto ordinario que corresponde a la soberanía de los jueces. Es de hacer notar que respecto a la medida acordada había la opinión favorable a la misma hasta por personeros de las Naciones Unidas. .





Al día siguiente, 11 de diciembre de 2009, paradójicamente el día nacional del Juez, en conmemoración de acontecimientos de 1810, el extinto presidente Chávez en cadena nacional de radio y televisión,  ardió en cólera y por encima de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, las leyes y sobre todo  la verdad en franco abuso de poder y obrando fuera de la esfera de su competencia ordeno mantener detenida la Juez Afiuni y fuera sentenciada a 30 años de presidio.

Cabe destacar el cumulo de falsedades alegadas:”A Cedeño lo sacaron por la puerta de atrás del despacho” Puerta que no existe. y salió  desde la Sala de Audiencias, “lo montaron en el ascensor de los jueces que tampoco existe.”No firmo Afiuni la sustitutiva de privativa de libertad” Si firmo y consta en el expediente.

Como era su costumbre el presidente, uso el nombre de Simón Bolívar para condenarla y asevero que Bolívar la hubiese pasado por las armas, oficiando como supremo pontífice bolivariano, único, infalible y absoluto interprete del Libertador y contrariando de manera radical el pensamiento de Simón Bolívar sobre la independencia del poder judicial y la presunción de inocencia, posición asumida en el discurso de Angostura y mantenida  en su conducta personal ante los jueces, incluso en los juicios contra quienes atentaron contra su vida en la noche septembrina y en pleitos pecuniarios mantuvo Bolívar respeto al poder judicial.

Cabe preguntarse ¿cual era el interés tan grande que tenía el extinto en las resultas del juicio a Eligio Cedeño? inclusive para  violar la presunción de inocencia y exigir el mantenimiento de medidas en el proceso, sin ser parte en manera alguna.

Chávez ordeno además una dura cárcel para Afiuni, insólito que el presidente dictaminara las condiciones del sitio de reclusión y no el Juez, lo cual fue cumplido  al extremo que fue remitida a una cárcel común, con procesadas por ella y aislada, torturada, violada y hasta un oficial militar deshonrando el uniforme, quiso presenciar exámenes médicos íntimos de la doctora María Lourdes Afiuni, prescritos para diagnosticar los  daños infligidos por los maltratos y la violación, en la cárcel. Semejante actuación de ese oficial para complacer a Chávez, fue impedida por la defensa, pues vulneraria el acto médico, y la dignidad de Afiuni solo para congraciarse con el presidente.

Fueron tan graves los maltratos impuestos como castigo a Afiuni, hasta el filólogo y filosofo Noam Chomsky, mundialmente reconocido y fervoroso partidario de Chávez y a quien este citaba profusamente, pidió el cese al inmisericorde castigo a Afiuni “ya ha sufrido bastante” le espeto a Chávez y le pidió su libertad, a sabiendas de que era una presa personal de él.

Después de  detenida, cumpliendo las órdenes presidenciales públicas, se produjo tras cinco meses de espera la audiencia preliminar, el 17 de mayo de 2010.en la misma el Ministerio Publico afirmo que no hubo entrega de dinero ni promesa de cantidad alguna. Sin embargo fue privada de libertad y se decidió procesarla por corrupción propia, favorecimiento de evasión y abuso de autoridad. La más grave de las acusaciones  tiene una pena menor al tiempo que ha durado el amañado, injusto  e indecoroso proceso penal que lleva ya ocho años.

El  Ministerio Publico reconoció  en la conducta de Afiuni no había hechos que tipificaran  delito alguno, en palabras simples es como si se juzgara a una persona ´por homicidio sin que nadie hubiera muerto.

La historia del poder judicial venezolano se puede dividir en dos etapas antes del 10 de diciembre de 2009 y después, ya que el objetivo final, era intimidar a todos los jueces para que decidieran al capricho del poder y el miedo cundió  y termino el poder judicial siendo servil y aberrantemente arrodillado al poder ejecutivo, ningún juez ha vuelto a decidir en la órbita penal  caso alguno sin satisfacer el mandato que desde Miraflores se le de o que el sentenciador intuya que es lo que se quiere en las altas esferas del poder

La conducta descrita desde la mas alta magistratura nacional, se conoce como el efecto Afiuni,” todos los jueces deben, como lo vienen haciendo, decidir los casos complaciendo los deseos del gobierno, so pena de ir a la cárcel como Afiuni. ,en las peores condiciones, cuyas torturas, aislamiento y violación ni siquiera se molestan en negar, más bien se afanan en mostrárselo a los jueces, para que entre ellos cunda el miedo cerval

A pesar de lo expuesto, es de resaltar que la lucha contra las injusticias si se hace con fuerza, vigor y dispuestos a correr todos los riesgos puede ser exitosa, ya que en medio de todas las dificultades, se producen resultados positivos y en este caso, a pesar de la orden de Chávez, hoy Afiuni está libre y solo la pueden presionar y la silencian impidiéndole y coartándole su libertad de expresión y de trabajo. A pesar de la orden publica de Chávez de someterla a 30 años de prisión, la verdad se impuso y no hay delito alguno comprobable por parte de la honesta Juez María Lourdes Afiuni, la juez de Venezuela.