Luis Martínez: Boabdil

Luis Martínez: Boabdil

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Abu Abd Allah es recordado en la historia con el nombre católico de Boabdil y por la muy repetida frase de su madre Fátima, “Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre”, supuestamente pronunciada cuando éste rindió la Alhambra a los Reyes Católicos, el dos de enero de 1492, tras ocho siglos de presencia musulmana en la hoy España.

Escribo minutos después que Sandra Oblitas informara de los resultados casi definitivos de las elecciones municipales. Con una participación de 47,32 %, el PSUV obtiene el 98 % de las alcaldías en disputa y recupera la gobernación del Zulia.





Me sorprendo por las reacciones inmediatas de muchos ante lo que era fácilmente previsible: con la decisión de no participar –errada según mi opinión- de un número importante de partidos de la oposición la suerte de este proceso estaba sellada y solo en algunos muy pocos municipios del país era posible que candidatos alternativos derrotarán a los del PSUV. Por cierto, a los que contra toda adversidad decidieron postularse enfrentando a los abanderados del gobierno es de justicia reconocerles, ganasen o perdiesen, porque fue mucho su esfuerzo y coraje. Independientemente de los votos que lograron cada mujer y hombre que desafió a la poderosa maquinaria oficialista, abusadora hasta más, se entregó por completo a sus convicciones entre las cuales sobresale la que es el voto instrumento fundamental para reconstruir a Venezuela.

Yo voté muy temprano y reflexioné mucho antes de hacerlo. Oí y leí opiniones de conocidos y extraños. Me harté de incontables “análisis” de 140 caracteres que luego fueron 280 que sin ninguna profundidad llamaban a la abstención, de histéricos exhortos a la no participación de un sifrinaje que cada día me convenzo daña más que ayuda en la difícil tarea de alcanzar un mañana distinto. Voté en Maturín por Miguel Veliz que le puso corazón a su campaña. Estoy tranquilo con mi conciencia.
Seguro que pronto empezará, más bien seguirá el lloriqueo.

Llorará la clase política cuando se encuentre con un pueblo desmovilizado que no encajará fácilmente el discurso de que a las presidenciales si hay que ir.

Llorará la dirigencia opositora cuando se percate que las heridas entre nosotros son tan profundas que será dificilísimo recomponer la unidad y aquí hago un aparte para expresar lo que es obvio: sin unidad no llegaremos a ningún lado.
Pero llorarán también los que se quedaron en casa cuando la situación continúe empeorando.

Lloraran incluso los que por unos bolívares entregaron su voto al ver que les duró muy poco la limosna que les dieron y que no hay comida, no hay medicinas, no hay seguridad, no hay buenos servicios públicos, no hay empleos de calidad, no hay oportunidades para los muchachos, ni siquiera efectivo hay.

En 1674, en un episodio que alguna vez relataré, el entonces obispo de Caracas pronunció la frase “A llorar pa´l Valle”. Como aquí la cosa es entre criollos, más que la bella de Fátima creo que la que aplica es la tan popular expresión vayan “A llorar pa´l Valle”.

@luisemartinezh