Acuerdos sin consulta popular, serían desacuerdos muy graves, por @CarmonaBorjas

Acuerdos sin consulta popular, serían desacuerdos muy graves, por @CarmonaBorjas

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Una nueva prórroga, para el 18 de enero, no es más que oxígeno del bueno, para el régimen en su etapa final, acorralado por los saqueos, el hambre, la violencia y el caos que reina en el país ante el cual, el llamado que se ha hecho a la desobediencia militar, es absolutamente válido.
Los que dicen representar a la oposición deben llevar los proyectos de acuerdo a los venezolanos y someterlos a consulta. Todos queremos saber qué se discute, hasta dónde llegan las coincidencias y adónde pueden llegar tales acuerdos.





Lo que no puede estar en el juego de los acuerdos es el reconocimiento que el bandidaje propone, de la Asamblea Nacional Constituyente, algo que no existe, que es ilegal, que no tiene ninguna capacidad jurídica pero que domina el mundo político en forma fraudulenta, que nombre un fiscal y destituya otra, que legisla y abofetea la verdadera voluntad popular expresada en el 2016 cuando se constituyó la nueva Asamblea Nacional y el mandato que el pueblo dio a sus dirigentes políticos, en julio pasado.

Es un momento difícil. Un acuerdo sobre temas o aspectos que los venezolanos no compartimos lejos de adelantar la solución de la crisis la agravaría. Seria ese el final de una etapa en la que deben surgir necesariamente nuevos dirigentes y líderes que abrirían el camino a un nuevo sistema en el que la cohabitación propuesta por el régimen y aceptado por algunos no sea posible.
Hay que recordar lo que han dicho siempre, empezando por el difunto eterno Chávez, que, lamentablemente para los que tienen esperanzas y expectativas en un diálogo como este, la revolución no se negocia, más claro no canta un gallo.
Robert Carmona-Borjas