Joaquín Chaparro: El poder de las divinas mandarinas

Joaquín Chaparro: El poder de las divinas mandarinas

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Monseñor Víctor Hugo Basabe es un católico nacido en Bobures, capital del municipio Sucre del estado Zulia, un destacado religioso con sensibilidad humana y un crítico de las injusticias sociales, debido a su profesión de abogado.

Actualmente se desempeña como el tercer obispo de la Diócesis de San Felipe en el estado Yaracuy, ese ilustre personaje, durante el sermón pronunciado con ocasión de la Misa por las fiestas religiosas dedicadas a la Divina Virgen de la Pastora en Barquisimeto el pasado domingo, lanzó al régimen de forma valiente e intelegible voz  un mensaje bien articulado, con argumentos contundentes en torno a la terrible situación que atravesamos los venezolanos, la feligresía (miles), deseosos de un liderazgo autentico al cual seguir y que les permita esperanzarse de esta terrible amargura generada por el desgobierno violador de los derechos humanos reinante en Venezuela.





La feligresía emitió fuertes aplausos prolongados, emocionantes demostrando que su homilía estuvo a la altura para cuestionar la crisis y culpar al régimen de nuestros males.

En  plena procesión de la Divina Pastora, que colmó las avenidas de Barquisimeto en el recorrido con una multitudinaria y fervorosa procesión mariana, se demostró que los venezolanos somos un pueblo de fe, de esperanza, apegado a los valores de las tradiciones religiosas, con un gran sentido de solidaridad hacia el prójimo, que deseamos vivir en paz, en democracia pero no como lo que estamos viviendo, un verdadero infierno.

Con ocasión de este evento religioso, la Fuerza Armada Bolivariana colocó una tarima en la intersección de la avenida Moran con Venezuela, sillas doradas de terciopelo azul, un grupo Musical, mesoneros para servir a la alta jerarquía castrense y demás burócratas del régimen que allí se encontraban, al momento de acercarse la Virgen a la tarima, los generales tomaron sus privilegiados puestos, en ese instante, la feligresía en solo cántico, comenzó a interpretar un coro que opacó el ruidoso sonido del grupo musical, al grito ‘’y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer“, una y otra vez, aquellas voces (miles) hizo cambiar la actitud de los generales, quienes con vaso de whisky (18 años) en mano se sorprendieron de tan extraña ovación en su contrapero se mantuvieron estáticos, con la mirada opaca de lo que estaba ocurriendo, pero se mantenían en sus puestos, hasta que un espontáneo (nunca faltan), lanzó una Divina Mandarina que impactó en el pecho de los “soles y estrellas” de uno de los uniformados de la alta jerarquía, en ese instante, la muchedumbre lanzó una y otra mandarina que dio inicio a una lluvia de naranjas, botellas de agua vacías, trozos de melones, tomates, que obligó a los oficiales a huir por la retaguardia, la feligresía se apoderó de la tarima celebrando su hazaña y vieron pasar a la Virgen en paz.

El incidente no tuvo mayor trascendencia, a Dios gracias, pero demostró tres aspectos fundamentales, 1) Rechazo total del pueblo a la Fuerza Armada Bolivariana, 2) La angustia del pueblo y el sufrimiento que padecemos que al observar el banquete, los manjares, el whisky (18 años), los mesoneros, los paramédicos, cervezas de todo tipo, nacionales e importadas estallaron, no con granadas de guerra, ni misiles, ni bayonetas, ni bombas de gas lacrimógeno, sino lanzando mandarinas, naranjas y melones, y, 3) Por último, que el pueblo quiere Cambio, desea solución a los problemas de inseguridad, de hambre, de falta de medicinas, de empleos, que no quiere dádivas, desea paz, trabajo y felicidad.

Ese incidente, repito, no es más que el tráiler de una película que apenas comienza, expresada en la reacción de la gente, en las advertencias del poder creativo del pueblo, y del poder que tuvo en esta ocasión una Divina Mandarina, cuyo Mensaje es obvio, contundente y sabio. Chúpate esa Mandarina Maduro.

 

 

Twitter @joaquinchaparro