Vil Ejecución la de Óscar Pérez por @CarmonaBorjas

thumbnailRobertCarmonaBorjasTodavía conmocionado por la vil masacre cometida ayer contra Óscar Pérez y otros patriotas que habían decidido con valentía enfrentar la dictadura. Siento en el alma el dolor de todos los venezolanos que vieron cómo con el poder desproporcionado de las armas, se castiga al disidente, llamado por ellos, para justificar cualquier cosa, terrorista.

El mundo pudo ver algo horrible. El uso de la fuerza brutal, desmesurada, contrario a todas las normas internacionales, especialmente, las que regulan los conflictos armados, las Convenciones de Ginebra entre ellas, ante la rendición del “enemigo”. Simplemente canalla, vil, criminal. Una violación que abre aún más el espacio ante la Corte Penal Internacional. que en algún momento se encargara de juzgar a los responsables de estas y otras atrocidades.

Esta Venezuela de Chávez es muy distinta a la de antes. Se ha generado odio, violencia, discriminación. El régimen de Maduro, él mismo, sus cómplices, sus nuevos hombres, como llamó el golpista y principal responsable de esta debacle, Hugo Chávez, solo han promovido el odio y la revancha. No hay acuerdos, ni negociaciones, menos tolerancia, consideración y perdón; solo imposiciones.





Me duele, como a todo venezolano, que tengamos que ver estos hechos que Dios quiera no marquen el inicio de una nueva era. Unos hechos abominables que muestran la cara criminal de un régimen que ha decidido acabar con un país y de someter a su gente siempre buena al hambre y a la dominación por necesidad.

La dirigencia política toda debe reclamar el respeto a la vida y el rechazo a toda la violencia, especialmente, del Estado que no está solamente representado por sus fuerzas institucionales, sino por grupos paramilitares que actúan en su nombre, con carta blanca, con armas, bajo su dirección y financiamiento.

Estamos llegando a momentos muy difíciles y de allí la necesidad de acuerdos, pero antes de asistir a la mesa de diálogo con un régimen asesino, debemos lograr acuerdos en la parte opositora, encontrar espacios comunes, que son por lo demás claros: Libertad, democracia, respeto de todos los derechos, de todos los ciudadanos. Alrededor de eso podremos construir una oposición fuerte que pueda enfrentar la dictadura y detener la violencia del estado que, con el poder de las armas, de los servicios de inteligencia y con la ayuda cubana llevan hoy a cabo en el país contra los Óscar Pérez, contra los que manifiestan y reclaman sus derechos como gentes.

Siento un profundo dolor y puedo decir como muchos en nuestro país, ese que ha secuestrado un grupo de fariseos vendidos a un gobierno extranjero, que hoy todos somos Óscar Pérez.

Robert Carmona-Borjas