Leganés hace historia y elimina al Real Madrid

Leganés hace historia y elimina al Real Madrid

EFE
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El Leganés alcanzó las semifinales de la Copa del Rey por primera vez en su historia, remontando la eliminatoria a un Real Madrid a la deriva que se dirige al abismo con Zinedine Zidane incapaz de reconducir un equipo perdido (1-2).

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Un equipo con mayúsculas, trabajado de arriba abajo por Asier Garitano, escribió la página más brillante de su existencia con una conquista del Bernabéu histórica. Nunca al Real Madrid le habían remontado en su estadio una eliminatoria copera tras haber vencido en la ida, pero al actual, en plena destrucción sin freno, cualquier rival tiene capacidad para golpearle con dureza e instalarla en la duda.





Lejos de salir con ganas de comerse el mundo para encadenar tres victorias y ver al final la luz al final del túnel, los hombres de Zidane salieron como si nada hubiese en juego.

Sin nada que perder, el Leganés salió a perseguir un sueño y no cesó en su empeño hasta que marcó.

Achraf cedió con duda el balón a Nacho que se escurrió. Eraso robó y con metros para correr para plantarse mano a mano ante Casilla, optó por el disparo lejano, repleto de confianza, y lo colocó en la escuadra. Un golazo que resucitaba la eliminatoria. Un nuevo partido a contracorriente del Real Madrid en el Bernabéu.

A diferencia de lo ocurrido ante el Dépor, sin Bale ni Cristiano, no hubo reacción. El equipo pedía un líder mientras las dudas devoraban al equipo blanco y Beauvue rozaba la escuadra con una tijera para cerrar el primer acto.

Era obligado el cambio de imagen madridista en la reanudación y no tardó en encontrar el premio en cuanto le puso actitud. A los dos minutos llegaba el reencuentro de Benzema con el gol. Desde el 25 de noviembre no marcaba pero no le temblaba el pulso cuando tras su buen movimiento al espacio, recibía el pase de Lucas Vázquez y picaba con calidad el balón a la salida de Champagne.

Todo debía quedar a favor del Real Madrid superado el susto, pero la falta de autoestima provoca que cada encuentro de local sea una lotería. Su juego era a impulsos de individualidades ante un ejemplo de bloque trabajado, equipo de autor el de Garitano, que volvió a golpear con la potencia del testarazo de Gabriel a un córner de Eraso. Con toda la fe del mundo, como la del Leganés.

En el nuevo escenario el Real Madrid estaba obligado a marcar o se despedía de la segunda competición de la temporada tras su debacle liguera. En la mente de todos se presentaba Bale y su estado de gracia actual, al que Zidane dejó en la grada de forma incomprensible.

El milagro debía llegar en los últimos minutos porque Champagne respondía con firmeza en las dos acciones en las que le probaron. Dejó un paradón a Benzema, solo para marcar como si de un penalti se tratase tras pase de Lucas Vázquez.

Todo era Lucas y su orgullo en ataque. Otro centro suyo lo remataba Mayoral rozando el palo y un testarazo de Ramos lo sacaba el portero de un Leganés que contó cada segundo del final achicando en su área ante la desesperación de un Real Madrid a la deriva, sin opciones en Liga, eliminado de Copa y jugándose toda la temporada a una carta: el PSG en Liga de Campeones. De tocar el cielo sintiéndose invencible y campeón del mundo, a una crisis sin fin.