ELECCIONES 2018: ¡Cuidado con los rusos!, por Gustavo Azócar Alcalá

ELECCIONES 2018: ¡Cuidado con los rusos!, por Gustavo Azócar Alcalá

Gustavo Azócar Alcalá @gustavoazocara
Gustavo Azócar Alcalá @gustavoazocara

 

Los rusos están haciendo todo lo que sea necesario para que Nicolás Maduro Moros se mantenga en la Presidencia de la República de Venezuela. ¿Tienen alguna duda de eso? Si es así, permítanme darles una pequeña pista. ¿Con qué arma lograron reducir al ex comisario del CICPC, Oscar Pérez, en su bunker de El Junquito? ¿Lo recuerdan?

Sí. Acertaron. Era un RPG-7 un lanzacohetes de fabricación rusaampliamente conocido en el mundo. El RPG-7 comenzó a ser fabricado en 1961 y es el arma más utilizada por el ejército soviético. Reemplazó al RPG-2, tras haber superado con creces al diseño intermedio RPG-4 durante las pruebas de campo. RPG es el acrónimo de Ruchnoy Protivotankovy Granatomyot y significa «lanzagranadas antitanque de mano».





El actual modelo producido en Rusia es el RPG-7V2, capaz de disparar cohetes anti tanque estándar y de carga. Tiene un alto poder explosivo/fragmentación tal como lo vimos en el vídeo que circuló por redes sociales y que demostró la fiereza con la que se ejecutó la denominada “masacre de El Junquito”.

El armamento utilizado por militares y policías para reprimir a la población venezolana, desde 2014 hasta nuestros días, es mayoritariamente ruso. Vladimir Putin se ha asegurado de que Maduro tenga a la mano todo lo necesario para acabar mediante el uso de la fuerza las manifestaciones opositoras que desde hace 4 años han estado intentando producir un cambio de gobierno en el país.

Pero los rusos no solamente han estado vendiendo armamento de grueso calibre al gobierno de Maduro, para que éste asesine a cientos de venezolanos como Oscar Pérez y los miembros del grupo Equilibrio que fueron cobardemente masacrados después de haber anunciado su rendición. Los rusos también han estado prestando dinero para paliar la difícil crisis económica y la quiebra de Pdvsa y, desde 2017, están metiendo mano en el sistema electoral venezolano, para asegurarse de que Maduro pueda ganar las próximas elecciones por una buena cantidad de votos fantasmas.

CARADURISMO RUSO

Los rusos son bien caraduras. El gobierno de Rusia advirtió el pasado miércoles sobre intentos extranjeros de “interferir en la elección presidencial venezolana”, convocada de manera ilegal por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, electa mediante una mega trampa electoral fabricada con hackers rusos y las no menos famosas máquinas de Smarmatic el pasado 30 de julio de 2017. “Consideramos inadmisibles los intentos de injerir desde afuera en los asuntos internos de Venezuela”, señaló la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.

La diplomática rusa dijo con su cara muy lavada, que su gobierno espera que “la organización y la celebración de la votación se desarrolle conforme a los principios y normas reconocidas a nivel internacionales en el ambiente de paz y estabilidad”.

Tal parece que para Rusia hacer trampa en unas elecciones presidenciales es algo normal. Zajarova no dijo nada de las denuncias que se han hecho en Venezuela contra las actuales reptoras del CNE, quienes se han convertido en las líderes mundiales del fraude electoral.

Zajarova dijo que “cuando lees materiales sobre Venezuela, por lo general son publicaciones inspiradas desde el norte, y cuando constantemente ves llamados a ‘democratizar’, surgen dos preguntas: cuáles son los verdaderos objetivos y tareas de la democracia, y si no son estos constantes intentos de incidir en la situación de Venezuela un descrédito al propio concepto de la democracia”.

La diplomática rusa no dijo, por supuesto, que Rusia no es precisamente el mejor ejemplo de “democracia” en el mundo. Su actual Presidente, Vladimir Putin, ex agente de la terrible KGB, tiene 15 años en el cargo y está haciendo todo lo que puede para que no entregar el poder.

Putin fue Presidente interino en 1999. Luego ganó las elecciones y fue presidente entre 2000 y 2004. Fue reelecto en 2004 y siguió gobernando hasta 2008. Quería ser candidato en 2008, pero la Constitución no se lo permitió. Entonces puso a un títere como candidato para que le cuidara el puesto durante 4 años (Dimitri Medvedev) mientras él se quedaba como Primer Ministro. En 2012 fue candidato otra vez y ganó (hubo denuncias de fraude) por tercera vez. Ha cumplido 3 períodos (14 años) y quiere mantenerse en el poder: el 27 de diciembre de 2017, Putin se inscribió como candidato para las elecciones presidenciales rusas previstas para el domingo 18 de marzo de 2018.

Los pronósticos indican que Putin seguirá en el cargo por 6 años más. No porque sea un fenómeno político y electoral, sino más bien por tres poderosas razones: 1) no hay otros candidatos que le hagan peso (Putin se ha encargado de eliminarlos o encarcelarlos a todos); 2) el sistema electoral ruso está completamente automatizado y en manos de hackers al servicio del gobierno y 3) el aparato económico, político y represivo que ha acumulado Putin le permite controlar prácticamente todo el país sin que hasta los momentos exista un movimiento opositor fuerte.

ELECCIONES A LA RUSA

Al igual que en Venezuela, en Rusia, las elecciones son automatizadas. Los rusos usan un sistema de votación basado en tecnología Blockchain, la misma que usan las criptomonedas.

Putín ama las computadoras. Y mucho más que eso: ama a los hackers. El gobernante ruso sabe perfectamente el poder que tiene una laptop. Sobre todo si esa laptop está en manos de personas entrenadas y capacitadas para penetrar los sistemas informáticos mejor blindados del mundo. Ya lo demostraron en las elecciones presidenciales de EEUU en 2016. Luego lo hicieron en Venezuela en julio de 2017. Y ahora irán por más en las elecciones presidenciales de México, Colombia y Venezuela en 2018.

En Rusia hay presidenciales el 18 de marzo de 2018. En esa nación hay cerca de 108 millones de rusos con derecho a votar. El proceso cuenta con más de 100 mil centros de votación. Rusia es tan grande, que tiene 11 husos horarios, lo cual implica que hay zonas que empiezan a votar cando otras ciudades todavía están durmiendo.

En junio de 1996, Rusia puso en marcha la primera etapa de un proceso experimental para automatizar todo su sistema electoral. La prueba fue todo un éxito y se utilizó para preparar y conducir las elecciones presidenciales para más del 80% de los electores de la Federación Rusa. El sistema se utilizó primordialmente para preparar las listas de electores y para resumir los resultados preliminares de la votación.

 

El programa informático utilizado para los procesos electorales es propiedad del Estado Ruso controlado por Putin. El programa permite entrelazar más de 60.000 computadoras dentro de un solo sistema. Cuenta con aparatos especiales para identificar las huellas digitales (dactyloscopy) de los electores y equipos para escrutar los votos.

 

Tanto en Rusia como en Venezuela ha quedado demostrado que elecciones automatizadas sin la suficiente y necesaria supervisión, auditoría y observación internacional, no parecen ser muy confiables. Y si no lo creen hablen con el presidente de Smarmatic.

LA INJERENCIA DE RUSIA EN VENEZUELA

Rusia tiene mucho interés en que Nicolás Maduro Moros siga siendo Presidente de Venezuela. Informes de inteligencia en manos de agencias de EEUU, sostienen que Vladimir Putin busca utilizar los puertos de Venezuela para instalar buques de guerra en América del Sur.

El portal de información legal pravo.gov.ru, citado por la agencia de noticias local Sputnik, informó que desde hace más de una década, bajo la presidencia de Hugo Chávez, Moscú ha mostrado interés en conseguir un acuerdo con Caracas y facilitar las visitas recíprocas de buques de guerra.

A través de la embajada rusa en Caracas se hizo llegar a Miraflores un documento listo para ser firmado por los Ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores de ambos países y de esta forma allanar el camino para la llegada de tropas rusas a Venezuela.

Según lo mencionado en el borrador del convenio, los rusos proponían usar el espacio y los aeropuertos de Venezuela para el traslado de material técnico necesario para el mantenimiento de las embarcaciones. Por razones que aún se desconocen, Chávez retrasó la firma de ese documento.

Pero el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, parece estar dispuesto a firmarlo. Maduro ha incrementado la participación de Rusia en programas para el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas Bolivarianas en planes de defensa, ante lo que el gobierno denomina “constantes amenazas” por parte de EE.UU.

Gracias a los acuerdos firmados entre Chávez y Putin, Venezuela posee distintos sistemas de misiles, tierra a tierra, tierra a aire; distintos sistemas de artillería, de defensa antiaérea y fusiles traídos de Rusia.

Nicolás Maduro aumentó la compra de armas a Rusia en los últimos cinco años. El vicedirector del servicio federal de Cooperación Técnica Militar de Rusia, Anatoli Punchuk, dijo recientemente que su país cumplirá con la totalidad de los contratos de armas suscritos con Venezuela.

“Rusia prácticamente cumplió el paquete de más de 10 contratos suscritos con Venezuela en 2009 para el suministro de blindados, misiles, sistemas antiaéreos y otros (…) Los últimos lotes de armas serán entregados este año”, sostuvo el funcionario en una entrevista a la agencia local RIA Novosti.

La empresa Rosoboronexport, la mayor exportadora rusa de armas, precisó que Venezuela lideraba en América Latina las compras de armas rusas, con 11 000 millones de dólares invertidos.

Uno de los cargamentos más grandes de armas rusas que han llegado a Venezuela, lo constituyen 5000 misiles portátiles antiaéreos (MANPADS) que Venezuela compró a Rusia y que se asemejan a los misiles Stinger de EE.UU.

La agencia de noticias Reuters, confirmó mediante una fuente cercana al gobierno venezolano que este país suramericano “posee 5000 armas tierra-aire fabricadas en Rusia”.

Reuters recordó además que Rusia prestó a Venezuela cuatro mil millones de dólares para comprar armas, cuando Chávez visitó al presidente ruso, Vladimir Putin, en 2010.

Los acuerdos Chávez-Putín de 2010 también incluían una flota de 24 cazabombarderos y otra flota de 53 helicópteros.

Si todo eso no fuera suficiente, sería bueno recordar que, con la asesoría y un préstamo ruso de varios cientos de millones de dólares, se iniciaron los trabajos de construcción de una fábrica de fusiles Kalashnikov en la ciudad de Maracay, estado Aragua. La planta, según declaró el ministro Wilmar Castro Soteldo, debe ser inaugurada en 2018.

CRIPTOMONEDAS RUSO VENEZOLANA

Maduro y Putín están en sintonía, jugando el mismo juego, tanto en lo político, ideológico y en económico. Ambos gobiernos han iniciado los pasos para crear sus propias criptomonedas y de esta forma evadir las sanciones que les ha impuesto EEUU. En Rusia, funcionarios del gobierno del presidente Vladimir Putin han pensado en un criptorrublo. En Venezuela, Maduro dio luz verde al petro.

Un reportaje publicado en The New York Times sostiene que los economistas y expertos en monedas virtuales han dado al petro venezolano y al criptorrublo ruso bajas probabilidades de funcionar de la manera en la que anticipan ambos gobiernos. Eso se debe a que Bitcoin y otras monedas virtuales son sistemas descentralizados en los que nadie está al mando, mientras que los planes ruso y venezolano les daría a los líderes de ambos países una capacidad de control sobre las nuevas divisas.

Tanto el petro como el criptorrublo son “un buen medio para evitar las sanciones, que usualmente son aplicadas a través de regulaciones y reglas de revelación bancaria”. Las autoridades en Estados Unidos son conscientes de que las monedas virtuales podrían ser usadas para evadir sus sanciones. David S. Cohen, un funcionario del Departamento del Tesoro especializado en terrorismo e inteligencia financiera, dijo en 2014 que las autoridades estadounidenses no habían descubierto esfuerzos para evitar las sanciones con monedas virtuales.

Sin embargo, entonces mencionó: “se trata de actores que se adaptan y a los que les atraen los espacios sin gobierno, por ello, es probable que consideren esa tecnología como un medio atractivo para transferir valores”.

RUSOS EN AMERICA LATINA

Dos senadores de EEUU expresaron su preocupación al Secretario de Estado, Rex Tillerson, por el papel que podría desempeñar el Gobierno de Rusia en las próximas elecciones presidenciales de países de América Latina como México.

“Escribimos para instarlo a elevar la importancia de sistemas electorales fuertes e independientes en México y América Latina de manera más amplia”, dijeron Marco Rubio (Florida) y Bob Menendez, (New Jersey), en una carta dirigida a Tillerson.

El republicano Marco Rubio y el demócrata Bob Menéndez alegan que el gobierno ruso usa tecnología sofisticada para influir en las próximas elecciones presidenciales de México, por lo que piden al Secretario de Estado que pida al país latinoamericano y otras naciones solicitar ayuda de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) para blindar sus elecciones.

Asimismo, los senadores expresaron su preocupación por los procesos de elección en el transcurso de 2018 en otras naciones. En 2018 habrá presidenciales en México, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Brasil y Venezuela.

La USAID, tiene un Fondo de Elecciones y Procesos Políticos (EPP), el cual respalda los procesos democráticos en 80 países o subregiones.

Tillerson, qujien ha iniciado esta semana una gira por América Latina para ejercer más presión sobre el gobierno de Maduro, ha reconocido la interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016. En su viaje a Rusia del año pasado, consideró el tema como un asunto serio, el cual ha sido bastante bien definido.

“Rusia continúa su comportamiento agresivo hacia otros vecinos regionales al interferir en los procesos electorales y promover ideales no democráticos”, señaló el funcionario a finales de 2017.

En conclusión: la lucha de los venezolanos no es solamente contra la tiranía de Nicolás Maduro. Es una lucha contra otra tiranía, la de Vladimir Putín, y la interferencia rusa en asuntos internos de Venezuela.

SC 02 de febrero de 2018