Para muchos, el capítulo final de la democracia venezolana se acerca con la convocatoria adelantada, catalogada de ilegal, a las elecciones presidenciales. La decadencia en la que el régimen de Nicolás Maduro ha llevado a Venezuela ha puesto estos comicios en la mira del mundo entero por su falta de transparencia y garantías que avalen el proceso.
Por: LaPatilla.com
Muchos han sido los intentos en los que la oposición ha buscado una salida pacífica. electoral y democrática. Sin embargo, el Gobierno bolivariano se las ha ingeniado para no soltar el Poder.
El último intento fue el proceso de negociación entre la oposición y el gobierno, en República Dominicana. Donde después de varias reuniones la Unidad venezolana, representada por el diputado Julio Borges, se negó a firmar un acuerdo que “no beneficiaba al pueblo venezolano”.
Sin embargo, lo que se celebró como un “triunfo” donde se observó a una oposición nuevamente unida, se vio roto por el beso de “Judas”. Ese que pese a pertenecer a la Mesa de la Unidad Democrática, coalición que se negó a participar en las elecciones presidenciales por falta de garantías, inscribió su nombre como candidato a la presidencia de Venezuela.
En LaPatilla.com, asociamos esta situación con ese momento histórico del Cristianismo, cuando Jesús revela la traición de uno solo de los suyos para luego ser entregado.
En este caso uno de los “apóstoles” venezolanos entrega el esfuerzo del resto de los sentados en la Mesa y con él da a los del Poder una posible salvación de algo más grande que el individuo… la Patria.
Así lo plasmó nuestra caricaturista @_CALAVERA_ en un cuadro realizado por el francés Philippe de Champaigne de 1648 The Last Supper.
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