Anthony Borges, el joven de origen venezolano que ayudó a salvar a 20 de sus compañeros en una masacre en una escuela de Florida tuvo que ser ingresado de nuevo a la unidad de cuidados intensivos tras ser sometido a una operación de emergencia y se encuentra conectado a un respirador artificial, reseña El Nuevo Herald.
Su padre, Royer Borges, dijo el jueves que su hijo tuvo que ser ingresado de emergencia nuevamente a la sala de operación porque tenía varios días con síntomas de una posible infección en el abdomen.
“Mediante un MRI los médicos pudieron notar que efectivamente una sección de sus intestinos tenía una pequeña úlcera debido al tipo de bala y la onda expansiva que ella crea al entrar al cuerpo, entonces decidieron intervenir y cortar esa sección del intestino delgado para que la vida de mi Tony no se viera más comprometida”, detalló el padre del estudiante en una publicación en su página de Facebook.
El joven, nacido en Estados Unidos y de padres venezolanos, deberá ingresar al quirófano tres o cuatro veces más en los próximos días porque los médicos quieren asegurarse de que la zona quedó totalmente limpia.