Entre apagones y bajones, por Juan Pablo Guanipa

Entre apagones y bajones, por Juan Pablo Guanipa

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Aunque se haya difundido aquella frase según la cual los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, me atrevo a afirmar que ya esto no. Los venezolanos no merecemos tener esta desgracia de gobierno. Por muchos pecados que hayamos cometido como sociedad, no podemos aceptar que merezcamos esta suerte de desidia, ineptitud, corrupción, tiranía que hoy desgobierna a nuestra patria. No es justo que vivamos así. No es admisible que nuestro estudio, nuestro trabajo, nuestro emprendimiento, no produzca lo que cualquier persona y familia normal aspira: calidad de vida, infraestructura, servicios públicos, oportunidades. Trabajemos lo que trabajemos, estamos condenados a vivir mal, a sufrir calamidades, a tener sueldos de hambre, a vivir para resolver asuntos básicos que cada vez son más difíciles de abordar.

Uno de los asuntos que más molestias y daños está generando en todo el país es la crisis eléctrica. Su gravedad está llegando a nivel de colapso. Problemas graves de generación, distribución, mantenimiento, corrupción, partidización, centralización, afectan gravemente la prestación de ese servicio. En el Zulia la electricidad era el mejor de todos los servicios públicos, podíamos tener algunas fallas o quejas pero el servicio funcionaba y muy bien. Enelven era una empresa del estado pero se manejaba como privada, no había injerencia partidista en su funcionamiento y tenía exigentes estándares de operatividad. Se planificaba y se hacían inversiones que permitían estar preparados para contingencias. El mantenimiento del sistema era constante y efectivo.





Hoy el panorama es desolador. Es normal que tengamos tres apagones diarios de por lo menos tres horas cada uno, sin contar con los bajones, más frecuentes e igual de dañinos. A continuación transcribo información fidedigna de cuyo origen doy fe, que aporta datos reveladores: “La generación de electricidad en el Zulia está en el suelo. La planta Ramón Laguna no genera ni siquiera un megavatio desde hace mucho tiempo. Termozulia apenas está máximo a 35% de producir la electricidad que indica su capacidad instalada. El resto de las plantas esparcidas por el estado están en penumbras. Eso se traduce en una excesiva dependencia del interconectado nacional. De las 5 líneas de transmisión del interconectado que llegan al Zulia, sólo funcionan tres. De los dos cables sublacustres de 230KV, sólo funciona uno. El cable que cruza el lago fijado a la estructura del puente no funciona desde hace mucho y las torres que permiten sostener las dos líneas de 400KV están muy corroídas y carecen de mantenimiento. Agregan los expertos que las fluctuaciones de voltaje no se resuelven con más interconexiones, ni con equipos de auto transformación en Cuatricentenario, sino con generación. Los incidentes en las subestaciones son la consecuencia de la falta de monitoreo, porque en la mayoría de esas instalaciones las “remotas” no están funcionando y por eso es imposible que detecten cuando ocurren fallas. La clave del problema es: mantenimiento, labores que no se hacen desde hace mucho tiempo. La conclusión del encuentro es que la crisis eléctrica se va a profundizar en los próximos días. Recomiendan los especialistas recuperar la generación propia para reducir la dependencia del interconectado.”

No es entonces un sabotaje lo que sufre nuestra industria eléctrica. Es el resultado de una nefasta gestión que ha destruido el sistema y que ha destruido, en todos los órdenes, al país. Necesitamos transformar la frustración, la rabia, la desesperación, la depresión, en energía positiva que nos dé la fuerza para luchar por el cambio y la reconstrucción de Venezuela. Nunca podemos conformarnos. Nunca podemos pensar en “cohabitar”. Nuestro país pasa por el peor momento de su historia. Quienes ejercen el poder se han ensañado con los ciudadanos y nos han sometido a las peores humillaciones que podamos haber sufrido. Así que mucha fuerza, esperanza, lucha, para liberar a Venezuela. Tengo la convicción de que de esto saldremos y de que a todos nos corresponde hacer aportes para recuperar a nuestra Patria.