La escuela de artes y oficios deTocuyito, por Julio Castellanos

La escuela de artes y oficios deTocuyito, por Julio Castellanos

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La educación para el trabajo, impartida en los Institutos de Artes y Oficios, son una alternativa a la educación formal profesional conducente a títulos técnicos o universitarios que permite a los interesados acceder a un adiestramiento básico para ejercer una ocupación productiva. Estás dependencias educativas adscritas a la Gobernación de Carabobo eran en total 20, sin embargo, persisten 18, entre ellas la del Municipio Libertador que próximamente celebrará sus 50 años de labores ininterrumpidas. Sus bodas de oro.

Recientemente tuve la oportunidad de conversar con sus estudiantes y docentes, todos vecinos de Tocuyito que, con mucho ánimo, a pesar de las dificultades económicas y problemas de transporte público, asisten a sus clases con entrega y mística. Los estudiantes, aquellos que por distintas circunstancias no pudieron acceder a la educación superior o quienes tienen responsabilidades familiares ineludibles, aprenden barbería, corte y costura o pastelería y logran hacerse de una herramienta para salir adelante con un trabajo honesto y digno.





No la tienen fácil en estos tiempos, requieren mayor asistencia y apoyo, sería una buena iniciativa que la Gobernación de Carabobo les proporcionara, al culminar su formación, la dotación de sus implementos de trabajo, por ejemplo, máquinas de afeitar, sillas de barbería, hornos y cocinas, máquinas de coser, entre otros, necesitamos que la gente produzca y este es un medio.

Conversando con la directora del plantel, la profesora Carmen Moreno de González, una mujer luchadora quien le ha dedicado 25 años de trabajo a esta su segunda casa en donde llegó como estudiante, me comentó que pese al esfuerzo diario aún acumulan muchas debilidades, entre ellas: la falta de agua, fallas en el sistema eléctrico, el robo de computadores y equipos que les impide reiniciar su programa de formación en informática y electrónica, la necesaria reparación del techo, el mejoramiento de los salarios para el cuerpo docente y mayor respaldo del gobierno municipal en áreas de mutuo interés como, por ejemplo, evitar que los ruidos provenientes de la Cancha Apolo afecten el desarrollo de las clases, el cambio de la parada de los buses para que no se deteriore aún más el frente de su sede, entre otros aspectos que requieren solo la voluntad de los funcionarios de la alcaldía de atravesar la Plaza Bolívar caminando y prestar atención a las necesidades de la gente.

Es claro que la educación para el trabajo es clave en el actual contexto que vive el país. En vez de estar regalando pescado, enseñemos a pescar y la gente podrá salir de la pobreza con su propio esfuerzo, con dignidad y libertad. Algo interesante de la experiencia de la Escuela de Artes y Oficios de Tocuyito es que de su matrícula trimestral de más de 300 alumnos apenas 27 son hombres, esto nos indica que son las mujeres las principales beneficiarias de un adiestramiento que les brindará, mas allá de la retórica, tanto réditos económicos como auténtica igualdad de género.

De hecho, la directora Carmen Moreno de González me expresó con mucha satisfacción que constantemente se encuentra a sus ex alumnas y le dicen “ya monte mi peluquería”, “estoy vendiendo pan”, “ya tengo mi negocito”, cambiar la vida de la gente por medio de la educación no tiene precio. Es momento que rescatemos la importancia de la educación para el trabajo en el municipio Libertador. Tras el cierre de la “Escuela Cadafe”, en nuestra jurisdicción no existen otras opciones de adiestramiento laboral más que la Escuela de Artes y Oficios. #ApoyemosLoBueno

Julio Castellanos / [email protected] / @rockypolitica