China planea reglas más duras y mayores inspecciones en su guerra contra el esmog

El horizonte de la ciudad se ve en medio del smog antes del Año Nuevo Lunar chino en Beijing, China, 13 de febrero de 2018. Fotografía tomada el 13 de febrero de 2018. REUTERS / Jason Lee
El horizonte de la ciudad se ve en medio del smog antes del Año Nuevo Lunar chino en Beijing, China, 13 de febrero de 2018. Fotografía tomada el 13 de febrero de 2018. REUTERS / Jason Lee

 

China fijará objetivos más estrictos para mejorar la calidad del aire de acuerdo a un nuevo plan trienal, en un momento en que Pekín se prepara para aumentar su ofensiva nacional contra los contaminadores.

Los nuevos límites para las concentraciones de partículas pequeñas y respirables -conocidas como PM 2,5- serán más bajos que los del actual plan quinquenal, que debía concluir en 2020, dijo el sábado el ministro del Medio Ambiente, Li Ganjie, en una comparecencia durante la reunión anual del Parlamento.





En enero, el Ministerio de Protección Medioambiental dijo que estaba elaborando planes para combatir con más dureza el esmog durante los tres próximo años, hasta 2020, tras un plan antipolución de cinco años que le ayudó a cumplir sus objetivos de calidad del área en diciembre.

Li declinó aportar más detalles sobre los nuevos objetivos, ya que están siendo diseñados aún.

Para fines de 2017, el país ya había reducido las concentraciones de PM 2,5 en cerca del 15,8 por ciento, en torno al objetivo de reducción del 18 por ciento en los niveles promedio para las ciudades en 2020.

“Fijaremos un objetivo más bajo para el nuevo plan a tres años”, comentó.

El gobierno establecerá también un sistema de inspección a nivel nacional este año que dará la responsabilidad de las revisiones regulares de compañías y fábricas contaminantes a las autoridades locales, además del gobierno central, indicó.

Asimismo, se castigará a las autoridades locales que no impongan el cumplimiento de las regulaciones de forma correcta, afirmó. El año pasado, algunos gobiernos regionales obligaron al cierre de algunas empresas incluso aunque cumplieran con las duras reglas sobre emisiones, agregó. Reuters