José Luis Monroy: Las crisis son inevitables, siempre terminarán por alcanzarnos

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Hola que tal mi gente, todos sin distinción, atravesamos momentos de crisis en la vida, algunas más difíciles que otras… Las crisis suelen dejar algo a su paso, la mayoría aprendizajes, otras, simplemente, una reafirmación de la ignorancia de cada uno. Porque existen —y grosso modo— dos tipos de crisis, unas que ofrecen recompensas, aprendizajes; y otras, en las que no aprendimos nada.

Y el problema no está en la naturaleza de la crisis, sino en la persona que la enfrenta, porque las hay que viven de crisis en crisis, ésas, las que se elige pelear siempre, las que se basan en la competencia, en llamar la atención, en el lucimiento, en la necesidad insaciable de dominar al otro y de tener siempre el control, la razón y la última palabra. Las crisis de este tipo nacen de esta clase de personajes que eligen generarlas y donde no queda más que responder a ellas con la ausencia y la indiferencia. Estas crisis no traen implícita ninguna recompensa para nadie y menos para aquel que las genera, estas crisis sólo aportan un entorno negativo y la proliferación de nuevas crisis que les permitan seguir disminuyendo el aprendizaje, y agrandando su orgullo y su sufrimiento… el cual hasta parecen disfrutar.





Sin embargo, existen otras crisis que traen consigo grandes recompensas, bendiciones disfrazadas, conocimientos increíbles y experiencias, finalmente, maravillosas. Estas son las crisis que aparecen sin que las hayamos provocado voluntaria o conscientemente, ésas, las que nos sorprenden, las inesperadas, las que resultan imposibles de responsabilizar, las que no tienen ninguna explicación, antecedente, aviso o premonición… ésas, son las crisis que lo ponen a uno delante de todo con lo que traiga consigo, ésas, las que le obligan a sacar lo mejor de uno mismo, las que anulan el orgullo y lo obligan a ser humilde, ésas, las que exigen respeto y alta estima, las que nos incitan a ser claros, transparentes, auténticos y verdaderos… ésas, las que una vez que pasan nos hacen respirar hondo y brindar a su salud.

Estas últimas son las crisis que lo van educando a uno en la vida, las que hacen que se controle el temperamento y se eduque al carácter, las que le dan la oportunidad de agradecer lo que tiene y a quién tiene a su lado, las que le permiten desprenderse de sus miedos, de los errores cometidos, las que amplían la visión, las que crean segundas oportunidades, las que filtran el entorno… a los espacios y a su gente, las que le purifican y sobre todo son ésas… las que inyectan una nueva vida a su vida, con mil razones importantes para seguir adelante con ideas más firmes, más claras y también mucho más sencillas. Porque si algo traen las crisis con recompensa son certezas sobre uno mismo y sobre lo que realmente vale la pena en su vida.
Por eso le invito a pensar bien de la vida, de las crisis y lo que traen consigo, a pensar bien sobre usted y su capacidad y sobre todo a pensar bien sobre el esfuerzo que implica superarlas y seguir adelante, porque eso también le ayudará a pensar bien sobre su presente y a elegir mejor su futuro.

En esta crisis venezolana, amigos sobreviviremos los más inteligentes, piense bien el próximo paso a dar no le dé gusto a la angustia, al desespero, a la rabia, piense que esto pasara y los más aptos estaremos para contar lo que aquí vivimos, ud será parte de esa gran historia.

Las crisis son inevitables, siempre terminarán por alcanzarnos… para ellas no existe evasión, por eso es importante que aprendamos a superarlas con rapidez y no les permitamos ninguna posibilidad de destruirnos. Aprovechemos la fortaleza de la que son capaces de proveernos, porque es sólo a través de ellas que nos convertimos en seres a prueba de todo, debemos montarnos sobre la crisis. Como siempre, usted elige.

#ElLIDEReresTU

@joseluismonroy