Éxodo de médicos deja clínicas zulianas vacías

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Pediatras, neuro-cirujanos, cardiólogos, neumonólogos y cirujanos en medicina general, son las especialidades que más escasean en los centros de salud privados.





Por Josed Alastre y Deivis Rodríguez / Panorama

La crisis de personal calificado en los centros de salud privados en la capital zuliana se agrava cada día más. El éxodo de médicos especialistas en las principales clínicas de Maracaibo pone en jaque a todas aquellas personas que necesitan de un experto para diagnosticar y curar sus males.

Pediatras, neuro-cirujanos, cardiólogos, neumonólogos, médicos de cirugía general, traumatólogos y dermatólogos suelen ser los que más presentan cartas de renuncia para buscar una mejor vida en el extranjero.

En un recorrido por las principales clínicas de la ciudad, se constató la escasez de personal profesional en dichas instituciones, la mayoría, según declaraciones de empleados que prefirieron mantener su identidad en anonimato, para irse a otros países y buscar una mejor calidad de vida.

“Ya no sé cuantos médicos quedan en realidad, muchos se han ido sin avisar, otros se fueron de vacaciones y jamás volvieron” declaró una enfermera del “Clínico”, ubicado en La Trinidad.

En la sala principal de dicho centro se encuentra un directorio médico con todos los especialistas que laboran en la institución. Según empleados, de muchos doctores solo queda la placa, pues se fueron del país desde el año pasado y la directiva aún no han retirado sus nombres de la pared.

“Hay doctores que tenían familiares fuera del país y se fueron a visitarlos por las vacaciones de diciembre, ya estamos en marzo y aún no han regresado ni sabemos nada de ellos” aclaró una secretaria, quien agregó que esta situación les perjudica porque al irse el médico quedan sin trabajo.

Caso similar ocurrió en la Nueva Clínica Adolfo D` Empaire, de la avenida Paúl Moreno, conocida anteriormente como avenida Fuerzas Armadas. En esta no solo se notó el déficit de especialistas, sino también de pacientes.

“Ya he cambiado de cardiólogo tres veces en los últimos 10 meses, siempre que vengo a un chequeo me dicen que ya ese doctor se fue. Conozco otros pacientes que ya no vienen acá porque le cambiaron al especialista”, comentó la paciente María Acosta, de 55 años.

En la D` Empaire se ha utilizado la modalidad de que cada especialista coloca el valor de sus consultas, por lo tanto, el paciente debe dirigirse hasta el mismo consultorio para conocer el precio de los exámenes a realizarse.

El Centro Médico Paraíso tampoco escapa del éxodo, pues, según enfermeros y personal administrativo, especialistas con más de 10 años laborando migran a diario al extranjero.

“Profesionales con trayectoria y renombre se han ido y no hay cómo sustituirles, porque muchos de los jóvenes recién egresados solo buscan apostillar el título para irse por la crisis en vez de ejercer su carrera aquí en el país” dijo una empleada de Administración.

El presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), Douglas León Natera, hizo recientemente énfasis en las deplorables condiciones en que los profesionales de la salud deben ejercer, así como los sueldos que no alcanzan para subsistir.

“No hay forma de que podamos ejercer la profesión como tal y el salario miserable al que hemos sido sometidos (…) al menos 22 mil médicos se han ido al exterior y seguimos contando mas médicos que se están yendo para el exterior para el sur, el norte y para Europa”, expresó Douglas León, días atrás.

A esto se suma el déficit de personal de enfermería, anestesiólogos y camilleros en los centros médicos de la región.

“El sueldo no alcanza, no importa si estás en una institución pública o privada, no vale la pena trabajar con jornadas dobles para que al final del mes no te alcance para nada.

Estoy a punto de irme para Colombia” comentó una enfermera del Centro Médico Paraíso.

En el área de administración, atención al cliente y recursos humanos, las renuncias se han vuelto el “pan de cada día”. “Anteriormente éramos hasta 12 personas en la parte de recepción laborando en tres turnos, cuatro personas cada ocho horas. Ahora solo quedamos tres personas para hacer todo el trabajo.

Es una locura por el pago que te ofrecen”, confesó una recepcionista de la sala de emergencia otra clínica, quien agregó que tampoco queda mucho personal en dicha área.

Los más afectados por la situación son los pacientes que se quedan sin especialistas para controlar su salud.