¿Destrucción total o cambio?, por Luis Parra

¿Destrucción total o cambio?, por Luis Parra

 

 

 





Hambre y desolación, ese es el panorama previo a los fraudulentos comicios convocados por uno de los organismos más desacreditados en el país y el mundo entero: El Consejo Nacional Electoral (CNE).

Votar pero no elegir, esa es la trampa que nos ha tendido el régimen en momentos cuando necesita el reconocimiento internacional para justificar seguir en el poder. No por capricho nos negamos a participar; consideramos que esas elecciones son solo un simulacro plagado de vicios que conduciría al despeñadero a nuestro ya golpeado país, de allí el reiterado exhorto que hacemos a Henri Falcón para que se deslastre de esta farsa.

¿Alguien puede creer que hoy Nicolás Maduro tenga el apoyo suficiente para eternizarse en Miraflores?. A un año del golpe de Estado perpetrado desde el Tribunal Supremo de Justicia la crisis continúa profundizándose aceleradamente. Las panaderías no tienen pan, los bancos tampoco dinero en efectivo, parece insólito, pero es hecho en revolución.

La hiperinflación nos asfixia, una bolsa de jabón en polvo sobrepasa el millón de bolívares, -que ya como no son fuertes-, serán sustituidos por el soberano, un engaño no solo visual, sino otra gran estafa al bolsillo del ciudadano.

El sistema de salud está en terapia intensiva, las epidemias desatadas. La escasez de medicinas supera el 85%, y las que logran conseguirse en el mercado son inaccesibles. Al gobierno no le arruga el corazón que a diario cientos de niños, jóvenes, adultos y ancianos mueran a causa de la desnutrición, cáncer, o falta de diálisis, esto sin duda no tiene perdón de Dios. La tragedia empeora cuando los familiares no tienen ni siquiera para darles cristiana sepultura.

La educación ha venido en picada al registrar como nunca antes 70% de deserción escolar, y 40% universitaria, la gratuidad es solo una falaz propaganda, así como cualquier trámite que desee realizar en el territorio nacional. De esas estadísticas muchos abandonan el país en búsqueda de oportunidades, y otros engrosan las cifras de comercio informal tras el desalentador cierre de empresas.

Los servicios públicos colapsaron: el agua potable, la electricidad, la recolección de basura y el transporte fueron convertidos en un lujo, esto solo se ve en socialismo.  

Estamos pues frente a un gobierno cínico, envuelto en tantos escándalos de corrupción y masacres como la de El Junquito y Policarabobo que ha demostrado ser capaz de lo que sea para mantener el poder, por ello Julio Borges y Tomás Guanipa, nuestras dignas voces en el exterior, han desnudado ante diversos mandatarios y gobiernos la terrible situación que enfrentamos, acción que derivó en sanciones, medidas de carácter individual que intentan contener el saqueo por parte de los privilegiados cómplices del entorno de Maduro.

La coherencia que nos ha caracterizado desde el 6 de diciembre de 2015 al resultar electos de manera legítima como diputados permanece viva, fecha en la que sellamos un compromiso ineludible: defender los intereses del pueblo, eso significa que nuestro juramento parte del respeto a la Constitución, y tiene como objetivo el fiel rescate de la democracia.

 

Luis E. Parra

Diputado por Primero Justicia

Presidente de la Comisión Permanente de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional