La nueva penuria zuliana: Madrugar y peregrinar por dinero en efectivo

La nueva penuria zuliana: Madrugar y peregrinar por dinero en efectivo

A man shows Bolivar notes after withdrawing them from an automated teller machine (ATM) in Caracas, Venezuela March 23, 2018. REUTERS/Marco Bello
Marabinos sortean la suerte para buscar efectivo // Foto  REUTERS/Marco Bello

 

Lo normal en una economía sería que el ciudadano, necesitado de dinero en efectivo, acuda a cualquier cajero automático a retirarlo en la cantidad que la institución bancaria establezca para estos casos. Y si su requerimiento es mayor a ese límite, entonces la opción sería pasar por la taquilla a solicitarla donde se la pagarían sin objeción, publica el diario Panorama.

Pero la realidad del venezolano está muy distante de ese “deber ser” cuando requiere papel moneda para usar en sus gastos diarios ordinarios como pagar el pasaje para ir al trabajo y a la escuela, o algo tan cotidiano como comprar un café en el quiosco.





El problema viene en ascenso vertiginoso y cada día es más complicado hacerse del dinero “constante y sonante”. Las mafias están haciendo su agosto convirtiendo a Venezuela en el único país del mundo donde se compra el dinero, práctica que surge como única opción en los últimos días.

Lo que en principio fue un rumor originario de las poblaciones fronterizas de la Guajira venezolana y Maicao (Colombia) se convirtió en realidad y llegó a Maracaibo y al resto del país con brutal fuerza.

 

Ventas de efectivo al 185% o más…

Los primeros indicios de esta práctica hablaban de un 20%, cifra que fue aumentando a medida que se iba escaseando el circulante.

Hoy día es tal el descaro de los comerciantes del dinero que llegan a cobrar hasta el 185%. Carmen Bracho se quedó fría cuando, agobiada por severa escasez, decidió ir a comprarlo en el mercado Las Pulgas, sin conocer todavía el precio ni el modus operandi.

“Llegué a una casa de empeños y solicité 200.000 bolívares. Me indicaron que el monto mínimo era un millón de bolívares. Me sorprendió la cifra, pero acepté, pero cuando me señalaron que la tasa de interés para poder comprarlo era de 180%, opté por seguir en mi calvario”, expresó.

A Bracho le iban a pasar la tarjeta por 2 millones 800 mil bolívares e iba a recibir solamente un millón en billetes.

A pesar de esta escandalosa operación completamente a pérdida, Bracho todavía estaba dispuesta a comprar pues era mayor su desesperación. Lo que la frenó fue que el dinero no se lo entregarían de inmediato. “Luego de pasar mi tarjeta por el punto tenían que llamar al ‘banquero’, sujeto que llevaría el dinero en un tiempo no especificado. Eso me dio desconfianza y abandoné el sitio”, aseveró.

Otros sí lo han pagado, como lo hizo Rafael Chacín. “Por mi trabajo me movilizo en taxi y me cobran en efectivo. Cada día pago hasta cinco millones de bolívares en puro interés por comprar efectivo”, afirmó.

En Maracaibo, las limitaciones para conseguir billetes pasaron de horrible pesadilla a cruel realidad.

Algunos la comparan con una película de ciencia ficción donde, conseguir un tesoro, es la trama central. Quienes la han vivido con toda su crudeza se sienten protagonistas de un filme con alto contenido de suspenso y acción.

 

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