Al menos 13 personas han muerto y otras 58 han sido detenidas hoy en varias operaciones contra la droga llevadas a cabo esta madrugada en la provincia de Bulacan, colindante con el norte de Manila.
Fuentes de la Policía de Bulacan citadas por la cadena de televisión GMA informaron de que se efectuaron 49 actuaciones en distintas localidades de la provincia, como Balliwag, Bocaue, Pandi, Plaridel y Santa Maria, y 12 acabaron en enfrentamientos armados.
La policía se incautó de armas y distinta cantidad de marihuana y de la anfetamina conocida como shabu.
La operación ha tenido lugar bajo el mandato de Oscar Albayalde, quien ayer reemplazó a Ronald dela Rosa al frente de la Policía Nacional de Filipinas y de la “guerra antidroga” del presidente del país, Rodrigo Duterte.
Durante la etapa de Dela Rosa (del 1 de julio de 2016 al 19 de abril de 2018), la policía ha matado a más de 4.100 sospechosos en el marco de esa guerra.
Al menos otras 3.000 muertes en la “campaña antidroga” se atribuyen a actuaciones de grupos vecinales.
La campaña ha corrido en paralelo a un descenso de la delincuencia en un 50 por ciento, según datos oficiales.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch y otras organizaciones han acusado a la Policía de violar los derechos humanos, han exigido detener la campaña, depurar responsabilidades y juzgar a Duterte en la Corte Penal Internacional.
Duterte llegó a la presidencia de Filipinas el 30 de junio de 2016 para un mandato único de seis años con la promesa de eliminar las drogas y el narcotráfico en seis meses.
Casi cumplidos los dos años, el polémico presidente filipino mantiene un amplio apoyo entre la población.
Una encuesta de la conocida consultora filipina Social Weather Stations (SWS) de marzo mostró que el 70 por ciento de los encuestados se mostró satisfecho con Duterte, un 14 por ciento insatisfechos y el resto indecisos. EFE