El clamor de un joven soñador, por Robert Alvarado

El clamor de un joven soñador, por Robert Alvarado

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“Hay momentos en que los problemas entran en nuestras vidas y no podemos hacer nada para evitarlos. Pero están ahí por una razón. Sólo cuando los hemos superado entenderemos por qué estaban allí”. Paulo Coelho.





Hablo y escribo lo que siento, en esta oportunidad inspirado en la historia narrada en el libro “El Joven Soñador”, del escritor cubano Rolando E. Núñez, que refleja la vida de un gran hombre estremecido por el infortunio de padecimientos, igual como le está ocurriendo a un joven soñador que me relata su verdad y que plasmo en esta columna con la crudeza que la crisis humanitaria le añade a las circunstancias absurdas que a diario nos toca vivir en Venezuela.

Alguien que sienta un quebranto de salud y le diagnostiquen una enfermedad grave en las actuales circunstancias del país, se enfrenta junto a su familia a una situación de calamidad propia de la crisis reinante donde supuestamente deberíamos estar embelesados con el “mar de la felicidad”. El enfermo tiende a complicarse más no por la dolencia sino por las carencias impuestas al sistema de salud venezolano, si a eso, que es vergonzoso, le sumamos la indolencia de los gobernantes en materia de medicamentos y suministros médicos, el resultado es devastador, hundiendo a los enfermos en un calvario como el que vive un gran joven lleno de vida llamado Romel Rosario Araujo Di Salvo.

Romel, de tan solo 22 años edad, es paisano mío, de nuestra Linda Barinas. Según comenta él mismo, desde pequeño fue un chico muy divertido e inteligente, le encanta hacer reír a la gente, ama las actividades físicas, el fútbol, del cual es fanático, pero sobre todo, ama cocinar. Se graduó de chef. Pero, como todos los jóvenes venezolanos de su edad, se vio en la necesidad de marcharse a Perú, un país que al parecer ofrecía todas las oportunidades para su carrera de chef.

Llegó a Perú con mucho ánimo y fuerzas, sediento de todos los éxitos y oportunidades que le ofrecía la vida, dispuesto a luchar por sus sueños. Al lapso de una semana su sueño se vio opacado por una masa que apareció en su ojo derecho y le hacía tener molestias. Logró ir al oftalmólogo, quien concluyó que tenía un tumor y debían operarlo. En vista de no contar con el dinero, tuvo que regresar a Venezuela, donde pudieron extirpar el tumor que al parecer era benigno, aparentemente todo empezó a mejorar.

Según su relato, después de la operación empezaron a darle fuertes dolores en la región lumbar. Poco a poco se fueron tornando más intensos. Agregado a esto, tenía dolores en todo el cuerpo, se sentía muy débil. Por esa razón, Romel tuvo que acudir a emergencias, le hicieron estudios con resultados nada alentadores, un eco en el cual se veían todos los ganglios del cuerpo inflamados (cervical, abdominal, inguinal, etc.). Los médicos manifestaron preocupación, nuevos análisis de laboratorios y tomografías mostraban masas tumorales en todo el abdomen, páncreas y riñón.

Por si todo eso fuera poco, un análisis del tejido sacado del ojo revelaba la existencia de células B gigantes que corresponden a LINFOMA NO HODGKIN, aunado a lo anterior, se percataron que tenía metástasis cerebral. La familia de Romel quedó destrozada, perturbada por aquel insólito cuadro clínico, en especial sus padres, abuelos, tíos, primos y amigos, quienes, después de tantas malas noticias, decidieron dar un paso al frente y luchar contra una enfermedad tan devastadora que es el CÁNCER:

“Todos como familia decidimos unirnos más que nunca y buscar todas las alternativas posibles para curarlo, dejar atrás la depresión para luchar por el futuro de Romel. En la búsqueda de ayuda económica a través de las redes sociales, como:Instagram: @ayudemosaromel; Facebook page: ayudemosaromel: correo electrónico: [email protected], http://www.gofundme.com/ayudemos-a-romel sabemos que no es fácil, la situación de VENEZUELA está extremadamente mal.” La familia y amigos de Romel están determinados a lograr que él haga realidad sus sueños y cada uno de nosotros puede ser partícipe de ese noble esfuerzo, en honor al gentilicio que nos une y el gran corazón que nos identifica como venezolanos.

Desde este humilde espacio, pido a cualquier organismo internacional por la salud de este joven soñador, como está establecido en el Derecho Humano Universal por la ONU: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.”

Sé que Romel Rosario Araujo Di Salvo, el joven soñador, con el entusiasmo y optimismo que hacen de él una extraordinaria persona, va a salir victorioso, ayudémoslo a superar este duro trance que le ha tocado vivir junto a familiares y amigos, démosle nuestro aporte, por muy insignificante que parezca será apreciado como un gesto invaluable de buena voluntad, arriba están los contactos mediante los cuales puedes solidarizarte con él, su familia y amigos, confío en Dios que así como ustedes, instituciones públicas o privadas ayudarán a Romel para que pueda costear su tratamiento.

Cualquier información o sugerencia por [email protected] [email protected] [email protected] o bien por mí teléfono 0414-071-6704 y además pueden leer esta columna y otras cosas más por la señal en vivo de RCTV INTERNACIONAL en mí página Web:www.robertveraz.galeon.com Ahora mi columna se traduce en Inglés http://robertveraz.galeon.com/aficiones2595740.html y sigan mis comentarios y opiniones por @robertveraz en twitter ¡Hasta la próxima semana, Dios bendiga a VENEZUELA!