Gustavo Mercado: La revolución bolivariana, la máquina del tiempo

Gustavo Mercado: La revolución bolivariana, la máquina del tiempo

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Para los seres humanos viajar en el tiempo siempre ha sido una ficción anhelada y querida. Siempre hemos anhelado eso, viajar en el tiempo hacia atrás y hacia adelante, pero resulta que hoy en Venezuela, la revolución bolivariana sin mayores esfuerzos científicos y tecnológicos logró con absoluto éxito que los venezolanos viajáramos en el tiempo.

Hace 70 años atrás en Venezuela se cocinaba con leña y eso había sido superado porque la modernidad permitió que llegáramos a sistemas de cocinas a gas e incluso a cocinas táctiles eléctricas; hoy gracias a esta mal llamada revolución bolivariana, volvemos a cocinar a leña, bien sea por falta de gas o por la crisis energética.





Decimos que este Gobierno logró que viajáramos en el tiempo y nos remontáramos 100 años atrás porque en el tema de la salud, los venezolanos tenemos que olvidarnos de los avances científicos y tecnológicos en el tema medicinal en el resto del mundo y volvimos nuevamente a hervir hierbas, a preparar los guarapos de la abuela para bajar la fiebre y a controlar la tensión con un ajo bajo la lengua.

Pero todavía falta. Este viaje en el tiempo también nos ha llevado a tener que comer sin el justo balance de una dieta adecuada para todos los venezolanos. Hoy, como en tiempos remotos, estamos comiendo solo yuca, ñame y auyama, mientras que la harina de maíz precocida se acabó y tenemos que volver al pilón a moler el maíz.

Volvimos al trueque porque no conseguimos lo que necesitamos, porque nuestro dinero fue aniquilado por la inflación. Retrocedimos al pasado porque ahora tampoco tenemos la posibilidad de utilizar los cajeros, algo que es tan cotidiano en el mundo moderno y que es un trauma para los venezolanos el simple hecho de poder disfrutar de puntos de venta y telecajeros.

Otro elemento que debe preocuparnos es el tema de la inseguridad y decimos que ahí también hay un viaje en el tiempo porque hemos visto episodios donde comunidades enteras toman la justicia por sus propias manos, donde la vida del venezolano no vale nada para otros venezolanos. Ha llegado la barbarie a Venezuela y la civilización ha retrocedido. Esto es un terrible viaje al pasado.

Hoy tenemos una sociedad en decadencia, un Gobierno decadente que está logrando con mucho éxito -y lo decimos con absoluta ironía- que el país se nos caiga a pedazos por los cuatro costados.

Debemos retomar el camino del progreso y la prosperidad y volver a ser la Venezuela moderna que compita con todos los países del mundo y que le abra la puerta a los avances científicos y tecnológicos.