Marcos Hernández López: ¿Perdió Chávez…?

Marcos Hernández López: ¿Perdió Chávez…?

Evidentemente, la oposición venezolana tiene grandes desafíos políticos, obviamente el más complejo es y será desplazar electoralmente al actual régimen. También, es significativo que entre los retos que tiene la oposición estará en la agudeza de la construcción de la Venezuela Democrática.

Pero, analicemos el 8/D, entendiendo que las alcaldías son los gobiernos más cercanos a la gente, es decir el alcalde es la persona que conoce los verdaderos problemas de su contexto y hasta pudiera socializar en tiempos libres con la mayoría de las familias que habitan dicho espacio geográfico, según el histórico de las elecciones municipales en nuestro país estos funcionarios públicos no son tan relevantes para sus electores, toda una contradicción. Tenemos una cultura presidencialista.

Para nadie es un secreto que el ventajismo del gobierno se impuso una vez más el pasado 8/D para consolidar el voto nacional, Maduro con el temor de ser derrotado, rápidamente apuntalo su estrategia bajo la premisa del populismo “salvaje” y con actitud de arquetípico héroe Robín Hood, filosofía activada para captar exclusivamente votos, indiscutiblemente lo ayudo es su desplome de imagen y gestión, además, el pasado domingo quedo potenciado la política como una grosera manipulación, como un ejercicio de mantener el poder por cualquier medio en lugar de utilizarlo sistemáticamente en función de los objetivos en la administración pública, el estilo de populismo rojo rojito tiene especiales características de exagerada vocación demagógica que lleva a ofrecer más de lo que puede lograr y generar expectativas que no son posibles satisfacer a todos los ciudadanos.





El partido de gobierno y sus aliados esenciales quedo develado de manera definitiva ya no se preocupan por establecer un rumbo definido a largo plazo; no existe un proyecto de país, sino ideológico, se inquietan y ocupan solo de ganar elecciones. El chavismo ya no es mayoría electoral, existe un 42% de electores no creen y menos se motivan a votar por el  proyecto socialista del siglo XXI. Nicolás Maduro tiene que entender el olfato político no se hereda, tiene que reflexionar profundamente, sus candidatos más representativos a nivel nacional, caso concreto los de la Zona Metropolitana, carecían de madera de líderes, no estaban altura política ante sus contrapartes de la MUD y quedó en entredicho su influencia en el electorado rojo.

La oposición salió victoriosa en las principales capitales del país, se llevó los “trofeos” más significativos de estos comicios municipales: Alcaldía Mayor, Maracaibo, Valencia, San Cristóbal, Mérida, Barquisimeto, BARINAS, Nueva Esparta y Maturín, Maduro solo  pudo retener con ventajismo la alcaldía de Municipio Libertador con la victoria de Jorge Rodríguez, no obstante, la oposición está bien posicionada en ese “territorio oficialista”. En síntesis, la votación general y mayoría de las alcaldías las gano el chavismo. Sin embargo, las alcaldías que tienen más recursos económicos y población electoral, incluso la cuna del Comandante Supremo, triunfo la oposición.

La decadencia del Chavismo está a la vista, solo muestra gran fortaleza en los estados con indicadores rurales, las maquinarias en estas regiones lograron consolidar los triunfos estratégicos que aspiraba el gobierno nacional, la gente voto por emoción y lealtad y no con criterios de elegir. Chávez difícilmente hubiese aceptado una derrota en su feudo, pero esta señal es muestra de la rebeldía del voto e inconformidad del pueblo Barines, que democráticamente hace un llamado con su ejemplo a cambiar un proyecto revolucionario que ilusiono pero no termino de forjar la verdadera justicia social.

La revolución de Chávez solo le queda estrategias y tácticas de corto alcance social y económico, el gobierno solo piensa en ganar elecciones, manejan bien la futurología electoral, seguramente tratara de mantener con misiones los 152 municipios donde siempre obtienen sus triunfos y así comenzar a pensar en mantener la mayoría en la Asamblea Nacional, Si bien para llegar a ese evento electoral 2015 faltan muchas lunas, en Venezuela la política es dinámica y cambiante de manera volátil.

Si hacemos un ligero análisis factico numérico, el pasado 8/D voto el 58% del electorado: casi 29% por el oficialismo y 29% por la oposición. Un 42% que no quiso sufragar. ¿Quizás por no confiar en el árbitro electoral?, es complejo por la inmediatez hacer una comprensión exacta de la abstención el pasado domingo, solo queda decir por ahora este 42% tomo una posición contra el gobierno nacional, quedo reflejado 29%+42% no comulgan con la actitud e ideología del régimen, en resumen se puede dar una lectura que el día 8/D con todo el ventajismo más el protagónico decretó de Lealtad y Amor por el Comandante Supremo, por los resultados, Chávez perdió.

 

Director de la consultora Hernández Hercon

marcoshernándezlópez@gmail.com

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