En el año 2010 tuvimos la oportunidad de visitar Santiago de Chile para reunirnos con los Diputados de la concertación chilena y así poder conversar con los que hicieron posible la derrota de uno de los dictadores más cruentos y salvajes de este hemisferio.
En esa visita nos pudimos dar cuenta de las violaciones a los Derechos Humanos, los desaparecidos y las muertes que el dictador Augusto Pinochet realizo durante su gestión al mando del pueblo chileno.
En esta ocasión podemos decir que Maduro es lo más parecido a Pinochet por sus desmanes ante las protestas y los manifestantes que luchan en contra de la inseguridad, la falta de alimentos, la devaluación del bolívar y la corrupción dentro de las filas del gobierno.
Maduro y Pinochet asesinaron estudiantes por reclamar sus derechos, encarcelaron en masas a dirigentes estudiantiles y políticos, tenían un doble discurso, ante los medios de comunicación hablaban de paz, reconciliación y sentimiento por el pueblo y en la vida real lo único que hacían era reprimir protestas con tiros en la cara por parte de la Guardia Nacional y los famosos colectivos que su verdadero nombre debe ser el de Paramilitares.
Maduro está desnudo ante el mundo, ya todos conocen el talante dictatorial que mueve a Nicolás a la hora de imponer la justicia. El pueblo opositor y los mismos chavistas no lo respetan y saben que el país está en un franco retroceso en materia económica, política y social.
Chile en la época de Pinochet se estaban muriendo de hambre y el dictador gritaba por televisión que todo el mundo comía gracias a su mandato, en Venezuela comen lo que consiguen y Maduro sale a decir gracias a Mercal los venezolanos comen más, pero no hay nada más alejado de la verdad que esas premisas que usan los mentirosos para mantenerse en el poder.
Es por esta razón que el movimiento estudiantil está dando una batalla con mucha hidalguía y coraje para frenar estos desmanes que ha venido cometiendo el gobierno nefasto de Nicolás Maduro. Los ciudadanos se cansaron de la pobreza como medio de vida, la confrontación como pan de cada día y el resentimiento como arma para enfrentar a un pueblo que lo único que quiere es progreso social.
Los dictadores deben ser derrotados con mucha inteligencia, no queremos más Pinochet que son el reflejo de las reiteradas violaciones a los derechos humanos. Maduro se está cayendo solo, no tiene moral como seguir en la presidencia y menos como dar órdenes en el país, ahí es donde está el triunfo de la democracia ante la dictadura y la violencia que ha venido generando la revolución en los últimos 15 años de miseria y hambre. Hay que seguir batallando sin miedo hasta conseguir los objetivos.
@felixvelasquez
Dir. Progreso Social.