Durante una rueda de prensa donde se ofrecería información sobre el asesinato de Robert Serra y María Herrera, el presidente Nicolás Maduro insistió nuevamente en que la muerte del presidente del Concejo Municipal de Caracas, Eliecér Otaiza fue planificada y que aún faltan piezas claves para develarlo.
Sin embargo, pese a la insistencia del mandatario sobre una “inoculación” de odio desde Miami, fue comprobado que el asesinato del edil fue a manos del hampa común. Se trataba de una banda de delincuentes, que opera en los alrededores de la Autopista Regional del Centro, integrada por adolescentes y adultos con pronturario por los delitos de homicidio, robo y droga.
Los homicidas habrían confundido a Otaiza con un policía. Las fuentes policiales confirmaron que las pequisas arrojaban el móvil del robo, tal como lo reseñamos al momento en que se hizo pública esta información autorizada por el Gobierno, puesto que un cuerpo de seguridad pública era el encargado de las investigaciones junto al Ministerio Público.