Por una París más limpia: Guerra a las colillas de cigarrillos

Por una París más limpia: Guerra a las colillas de cigarrillos

 REUTERS/Jacky Naegelen
REUTERS/Jacky Naegelen

Por una París más limpia: Los parisienses tendrán que aprender a reconocer a los nuevos “inspectores de salubridad”, agentes que seguramente competirán con los cobradores de impuestos en niveles de impopularidad.

Rigurosamente de civil, enviados por el municipio, desde el primer día de octubre son los responsables de infligir multas de 68 euros a todo aquel que arroje sobre la vereda o la vía pública una colilla de cigarrillo.

Fumadores empedernidos, los parisienses se las deben ver desde ahora con el aparato puesto en pie por Mao Peninou, asesor de Higiene de la Ciudad Luz.





“Es esencial que se los capte ’in fraganti’ y por eso nuestros inspectores, habilitados para labrar un acta cuando se arroja basura en el suelo público, efectúan rondas diarias en todos los distritos y no visten uniforme”, dijo Peninou. ”Les bastará con que un fumador tire la última bocanada, constatar la infracción y se hará la multa”.

Las nuevas medidas -que implican la utilización de un centenar de agentes dedicados únicamente a castigar a los lanzadores de colillas- se volvieron necesarias después de que los “mégots” recogidos cada año en las calles de París alcanzaron el nivel crítico de 350 toneladas.

Los cafés y bistrots serán exhortados, con una carta, a ubicar ceniceros móviles en la entrada de los locales.

París sigue así el ejemplo de Niza, que lanzó en mayo una medida semejante -pero con multas más altas, de 180 euros- y sigue en el camino de la “tolerancia cero” emprendida en los últimos años.

Fuente: Sunny Travel News