Enrique Viloria Vera: ¡No al imperio chino!

Enrique Viloria Vera: ¡No al imperio chino!

 

¿Qué tienes para exportar, qué materias primas? Monocultivo, diamantes, café, cereales, véndelos en el mercado a las multinacionales imperiales. Te prestaremos dinero para aumentar tu producción, páganos un interés anual, para tu propia seguridad ajústate el cinturón, no pondremos objeciones. 

Allen Ginsberg





Recordemos que, a lo largo de la Historia de la humanidad, han aparecido pueblos o culturas que se han extendido territorialmente, conquistando regiones y expandiendo su influencia cultural, política, económica y militar. Así se han formado los llamados imperios. Aunque la definición técnica de imperio es «conjunto de Estados regidos por un emperador», este término se suele utilizar para denominar a cualquier momento histórico en el que una nación ha tenido el control de una importante extensión de territorio. Este fue el caso de los seis grandes imperios históricamente descollantes: el de Carlo Magno, el Romano, el mongol, el español, el británico y el francés.

En la actualidad, los imperios no se caracterizan por sus conquistas territoriales, sino por la necesidad de contar con mercados para colocar – en un mundo globalizado -, sus productos y servicios. En este orden de ideas, el imperio cuenta con países satélites que convierte progresivamente en dependientes, debido la sujeción económica resultante de su carácter de comprador principal de las materias primas del país satélite, de proveedor de bienes y servicios, en especial de bienes de capital o intermedios, de  tecnología , así como  de armas de guerra con sus correspondientes asesores militares, de generosos préstamos y crecientes inversiones  directas, y de los manipulados acuerdos de cooperación, todos contribuyen a  profundizar la dependencia económica.

Guillermo Morón en su libro Los Imperios. El Imperio, analiza la actual presencia de este tipo de imperios no territoriales y señala: “Si Estados Unidos es el Imperio por antonomasia en los primeros años del siglo XXI ya puede discutirse. Que es un poder mundial no es posible negarlo, aunque se insulte a sus Presidentes en la ONU o se le tiren zapatazos en algún país lejano”.  Y ahí vienen los chinos, nos advierte Morón y confirma: “China no necesita territorio ni esclavos. Así como los fenicios conquistaron el Mediterráneo y parte de las costas atlánticas de África y Europa, sin armas, en la Antigüedad, China enviará gente a comerciar, a estudiar, a enseñar, a convivir con todos los pueblos de la tierra. Es el Imperio del Siglo XXI, sin ningún socialismo (…) cuando el yuan tose se resfría el dólar y le da calentura al euro”.

Así estamos entonces de imperio en imperio, los menguados rusos compiten también por ocupar un modesto lugar en el actual escenario neo – imperialista., con J. M. Coetze podemos preguntarnos:

 ¿Por qué no podemos vivir en el tiempo como el pez en el agua, como el pájaro en el aire, como los niños? ¡Los Imperios tienen la culpa! Los Imperios han creado el tiempo de la historia. Los Imperios no han ubicado su existencia en el tiempo circular, recurrente y uniforme de las estaciones sino en el tiempo desigual de la grandeza y la decadencia, del principio y el fin, de la catástrofe. Los Imperios se condenan a vivir en la historia y a conspirar contra la historia. La inteligencia oculta de los Imperios sólo tiene una idea fija: cómo no acabar, cómo no sucumbir, cómo prolongar su era.