El canciller de Venezuela, Julio Borges, sostuvo este jueves que el caso del Capitán Rafael Acosta Arévalo es un testimonio que debe mover la conciencia de la familia militar. Destacó que la Misión de Determinación de Hechos reveló que prácticamente murió frente a un juez, luego de ser presentado en silla de ruedas por la grave golpiza que había recibido por parte de los esbirros de la dictadura.
“El caso del Capitán Acosta Arévalo debe ser un testimonio que mueva la conciencia de la familia militar, murió prácticamente frente a un juzgado, luego de recibir una ráfaga de golpes por parte esbirros de la dictadura. Luchamos para lograr la justicia universal en este caso y en el de todas las víctimas del régimen de Maduro”, destacó.
El representante de la política exterior del gobierno interino dijo que el Capitán Arévalo recibió la Orden Fernando Albán. “Ayer homenajeamos al Capitán Acosta Arévalo al entregarle la orden Fernando Albán, es un reconocimiento a su lucha por Venezuela. Tanto él como Fernando entregaron su vida por la libertad de todo un país, nuestro deber es tomar su legado y continuar hasta completar la gesta que tanto soñaron”, recordó.
Asimismo, Borges reiteró que en sus conversaciones con los cancilleres del mundo ha insistido en la importancia de la justicia universal. “Ya logramos la renovación de la Misión de Determinación de Hechos, ese era un paso muy importante. Ahora bien, la justicia universal debe ser el próximo instrumento de la comunidad internacional. En nuestras conversaciones con líderes y cancilleres hemos enfatizado en la necesidad de activar procesos penales contra los responsables de las violaciones a los DDHH en Venezuela, casos como los del Capitán Acosta Arévalo no pueden quedar impune”, aseveró.
Por último, aseguró que la conjugación entre la Fuerza Armada, la lucha interna del pueblo venezolano y el apoyo internacional es la clave para lograr la ruptura de la dictadura y el restablecimiento de la democracia.