Estamos en puertas de un nuevo acto circense. Los efectos a grandes rasgos serán los mismos de siempre. La tiranía se legitimará ante la comunidad internacional y la “oposición” seguirá siendo reconocida como oposición; de este modo el negocio de ambos actores continuará su rumbo: el régimen chavista mantendrá el control de las industrias ilícitas al mismo tiempo de prolongar el envenenamiento de nuestros recursos naturales como el Arco Minero, Los Roques y otros; por su parte, la “oposición” se mantendrá pidiendo dinero a varios países para ir por todo el mundo enarbolando las banderas de elecciones y democracia, para así mantener a la tiranía en el poder y ellos conservar sus bolsillos llenos, mientras la cifra de venezolanos huyendo de la pesadilla socialista sigue creciendo.
Ahora bien, visto desde otra perspectiva: ¿Para qué votar? Esta es la pregunta que debe llevar a todo venezolano a una reflexión profunda. La decisión de los ciudadanos no es respetada por la tiranía ni defendida por la “oposición”. Si ganan una Gobernación, inmediatamente nombran un “protectorado” que sustituye a los elegidos y estos incapaces de actuar ceden fácilmente; Antonio Ledezma, Laidy Gomez y Guanipa son los ejemplos perfectos de esa decadencia. Entonces ¿Cuáles son los espacios que hay que ocupar que tanto alardean estas marionetas del régimen? La mentira y la traición son sus mejores herramientas.
Ante estas circunstancias, hay que poner claro un tema que la dirigencia “opositora” siempre esquiva, y son las condiciones para una verdadera Decisión Ciudadana. Entender por condiciones cosas como un cronograma electoral, fecha de inscripción, tarjetón electoral y otras nimiedades por el estilo, es ondear en la frecuencia de la nada destructora de naciones, esa misma nada en la que insistentemente la “oposición” lleva a Venezuela en discusiones estériles. Por Condiciones entiendo un CNE totalmente depurado, donde sus máximas autoridades –Rectores y demás Directores- no sean militantes de partidos ni obedezcan a los intereses de dichos partidos; por el contrario, sean ciudadanos convocados a través de concurso público en función de su trayectoria y credenciales. Un REP (Registro Electoral Permanente) totalmente depurado, donde no voten nombres ficticios ni los muertos, donde se le restrinja el voto a extranjeros que no cumplan los requisitos legales en el país. Un sistema totalmente depurado donde se vuelva al voto manual y el conteo de cada papeleta sea trasmitido en cadena nacional, y donde el empleo de la tecnología sea de provecho al servicio de la nación y de los ciudadanos y no para cometer los fraudes y delitos contra el Estado más grandes de toda nuestra historia republicana. Finalmente, entiendo por Condiciones, a una nueva Élite Política (ORDEN) que haga respetar la Decisión Ciudadana.
Como se puede entender, las palabras claves son Condiciones y Depurar. Esto, quizás tome mucho tiempo, pero hay que empezar y el ciudadano TIENE que despertar.
¡Venezuela quiere ORDEN!