Un terminal provisional que tiene más parecido a un potrero, es lo que dejó el régimen chavista en Libertad, municipio Rojas de Barinas, tras no haber culminado el proyecto del nuevo centro para el transporte, prometido como una infraestructura moderna en un pueblo llanero que comenzaba a respirar aires de progreso.
Corresponsalía lapatilla.com
Llegar a Libertad de Barinas desilusiona a quienes van en transporte público, porque hay monte en los bancos de espera, la cerca perimetral muestra abandono y el área se encuentra completamente sucia, como lo muestran las gráficas de Francisco Gámez, un doliente del pueblo que no pierde la esperanza de que el séptimo alcalde electo de forma directa, Pedro Abreu, gestione recursos para salir de abajo.
Hace 22 años se inició la obra del nuevo terminal en Libertad de Barinas con Orlando Gómez, alcalde durante dos períodos desde el año 2000, seguido por Joel Meneses, Adelsi Rodríguez y Jorge Salcedo, quienes no pudieron entregar el proyecto terminado que actualmente se constituye en el sitio ideal para albergar delincuentes.
Con la desidia chavista, las necesidades del municipio Rojas han crecido vertiginosamente, por lo que Gámez, quien también es secretario general municipal del partido Un Nuevo Tiempo, junto a Ligia Escobar, creen indispensable tomar el espacio del proyectado terminal, para construir una escuela u otra obra de interés colectivo.
