Abraham Sequeda: La forja de un país saludable (I)

Abraham Sequeda: La forja de un país saludable (I)

A los venezolanos no tienen que contarnos las penurias y miserias, en cuanto a la salud de la población y sistema de salud se refiere. Muy ligado a la idiosincrasia de los encargados de hacer las políticas públicas tradicionalmente.

Me refiero a la tradición, como esa forma repetitiva, inercial y pasmosa del culto al Estado rico y a una dispendiosa salud privada. Aun cuando se ha pasado por fugaces momentos de pequeño bienestar, las situaciones sobre la salud han marcado una de las vergüenzas de nuestra sociedad. En cuanto a la idiosincrasia, supongo que ha consistido en un empecinamiento de la socialdemocracia y los socialdemócratas, de mantener sumidos en la dependencia a todos, a través de la creación precisamente de ese pobre Estado rico, hoy en día llevado a grado superlativo de desprecio por el ser humano, por parte de los administradores del socialismo.

Sin preámbulos, nos encontramos necesariamente listos en tomar decisiones lógicas y con sentido común, una dosis muy alta de realidad económica y sin que parezca paradójico, apegado al valor de la vida a través de la salud. Es por presión evolutiva que debemos crear el sistema sanitario venezolano, porque a golpes es que hemos llegado al punto de la claridad.





La salud no es un derecho, el Estado no otorga la salud, lo que sí es un derecho, son los canales de acceso a obtener servicios de atención médica, diagnóstico, hospitalización, cirugía, maternidad, rehabilitación y medicamentos. En esto debemos ser bien responsables y no sectarios ni dogmáticos. ¿Y cómo se digiere esto? Primero que nada pensando, segundo que nada definiendo roles, propiedad, responsabilidades, proveedores y fuentes de financiamiento.

El trabajo parte de las siguientes premisas: Venezuela es un país pobre, las personas pobres van en aumento, la economía está agotada y el país económicamente inviable en lo que respecta a esa tradición, el asistencialismo no es eficiente en reducir la morbilidad y en definitiva: un Sistema Sanitario es prioritario.