Domingo Alberto Rangel: Arturo Sosa genial

Domingo Alberto Rangel: Arturo Sosa genial

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Nuestro país sigue siendo extraño en algunos aspectos… como por ejemplo las malas calificaciones que le dan al reggaetón los avejentados periodistas y locutoras que monopolizan las radios comerciales… mientras que la juventud e incluso los menores a 30 años es lo que más escuchan… al igual que en casi todos los países del Caribe.

Y en ese hilo sigo con la visita a Venezuela que nos hizo el compatriota más importante en este momento y aquí abro paréntesis porque puede ser que algún lector desprevenido piense que es algún pelotero de Grandes Ligas que regresó a enterrar un familiar o sacar un documento… tampoco es el Presidente retornando quizás de Cuba… o María Corina ahora inhabilitada que habría salido por los caminos verdes… regresando después de verse quien sabe con quién y dónde.

Nada… quien nos visitó por los 100 años del Colegio San Ignacio fue el Prepósito General de los Jesuitas… un caraqueño con quien alguna vez jugamos futbol en las caimaneras que armábamos los alumnos semi internos… esperando la reanudación de las clases… después del almuerzo.





Que Arturo es una persona muy importante no es algo que se deba recalcar y quién ignore de qué se trata… que teclee en Google o rebusque en Wikipedia.

A este amigo ahora muy importante no lo escuchaba desde que se marchó a Roma… llamado por el Papa Francisco para liderar en tiempos difíciles… la Compañía de Jesús.

Y ante una invitación a escucharle en el colegio ahora centenario… no dudé en presentarme muy temprano… temiendo tener que sentarme en el piso del salón de actos cuyo aforo creo recordar es de unas 600 personas.

Bien: cuando abrieron las puertas y nos dejaron pasar hasta el frente donde se suponían deberían sentarse los invitados especiales… enseguida me di cuenta que sin saber cómo ni por qué… habían saboteado un evento que resultó extraordinario sobre todo en el clima de mediocridad que vienen adoptando los medios venezolanos… que solo invitan ciudadanos que como los muñecos del ventrílocuo… asienten todo lo que les presente el conductor o ancla.

Apenas unas 100 personas estuvimos presentes y si asistió algún obispo o el párroco de Chacao… lo hicieron disfrazados… pero… como le comenté a una señora que se sentó a mi lado… “seguro que en la tierra bíblica donde vivió Jesús de Nazaret… habían más judíos, palestinos, levitas y gentes de otras nacionalidades… que los 12 escogidos para iniciar una tarea que lleva más de 2 milenios”.

Pero lo grande e importante de Arturo Sosa en esta visita como General de los Jesuitas… fue que voló sobre las pequeñas provocaciones de dos periodistas conocidos… Macky Arenas y Román Lozinski… quienes se empeñaron intentando que Arturo cayese en la agenda politiquera y polarizada que llena nuestros noticieros… sean del signo que fuesen.

Ojo: lo extraordinario del evento no fueron los capotazos con que Arturo, siempre jovial como somos los caraqueños, se deshizo de sus entrevistadores que a pesar de sus largas trayectorias lucieron como “sparrings” de ocasión haciendo fintas ante un campeón mundial.

Ejemplo de esto fue cuando Román Lozinski preguntó sobre el programa de Sosa para ser electo…pensando que para elegir al General los Jesuitas elaboran programas de acción… y hacen campañas… lo que el periodista no le exige a los candidatos a las primarias que a diario entrevista en su programa de radio.

¡Ninguno fue la respuesta!

Con lo cual sin aclarar explicó que la Iglesia no es un partido de maletín sino una institución con 2 milenios a cuestas… que sabe muy bien a dónde va y por cual camino.

También alertó Arturo… sin armar alharaca… sobre posibles cismas con los que quien sabe cuales intereses sueñan… cuando por 4 veces repitió que “si con un Papa pueden haber problemas… con dos habrán muchos más”.

El mensaje de Arturo fue de tolerancia para que pueda haber justicia y de esperanza cuando comentó que en su recorrido por las instituciones jesuitas en el país… no vio caras largas sino jóvenes dispuestos a trabajar “para que esto pase”.

Excelente Arturo.