Las demoras para conseguir pasaportes en EEUU afectan a miles de viajeros

Las demoras para conseguir pasaportes en EEUU afectan a miles de viajeros

Los solicitantes describen una lenta agonía el proceso para renovar el pasaporte estadounidense
U.S. Department of State

 

¿Desea un pasaporte estadounidense válido para viajar este año? Prepárese, porque está a punto de iniciar una odisea muy diferente, mucho antes de siquiera poner pie en un aeropuerto.

Por La Nación 





La acumulación de pedidos para pasaportes estadounidenses se ha estrellado contra una muralla burocrática en momentos en que los viajes a nivel mundial se recuperan a niveles previos a la pandemia, sin que haya suficiente personal para lidiar con la alta demanda. El resultado, dicen frustrados viajeros en Estados Unidos y otras partes del mundo, es un purgatorio desquiciante quizás mejor definido como una costosa incertidumbre.

Los solicitantes de pasaportes describen una lenta agonía de esperar, preocuparse, hacer fila, refrescar la website, escribir al Congreso, pagar onerosas tarifas y seguir instrucciones que resultan ser incorrectas. Algunos solicitantes están comprando pasajes adicionales para conseguir pasaportes en otras ciudades, antes de hacer el viaje originalmente planeado.

El panorama es tan sombrío que los funcionarios no niegan ni ofrecen pronósticos de cuándo acabará esto. Lo atribuyen a la escasez de personal que viene de la pandemia y a la suspensión de procesos online este año. Ello ha dejado a la agencia de pasaportes con un récord de 500.000 solicitudes por semana y encaminada a superar los 22 millones de pasaportes emitidos el año pasado, dice el Departamento de Estado.

Fue a inicios de marzo cuando Ginger Collier, una florista que vive cerca de Dallas, solicitó cuatro pasaportes para unas vacaciones familiares a fines de junio. El agente a cargo, dice Collier, estimó un período de espera de entre ocho y 11 semanas, es decir que tendrían sus pasaportes un mes antes de viajar. “Suficiente tiempo”, pensó entonces Collier.

Entonces el Departamento de Estado actualizó sus estimaciones y dijo que serían 13 semanas. “Aun así estaremos bien”, ella pensó.

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