Daniel Sancho se encuentra en estos momentos encarcelado en la prisión de Koh Samui por el presunto asesinato de Edwin Arrieta en Tailandia. Según las autoridades tailandesas, uno de los motivos por los que el hijo de Rodolfo Sancho podría haber acabado con la vida del colombiano sería que el joven no quería continuar con la supuesta relación sentimental que mantenían. El cocinero, en ese momento, mantenía un noviazgo con una joven llamada Laura, con la que llevaba más de cinco años saliendo y con la que tenía planes de boda inminente.
Por larazon.es
“Sancho le dijo a los investigadores que tuvo una pelea con Arrieta después de que le pidiese romper porque iba a casarse con otra persona. Él dijo que si la conversación no salía bien pensó que iba a tener que matarle porque tenía una pareja que le esperaba para casarse”, aseguró el capitán de policía Sucheep Chadakarn a NBC News en una entrevista. Nada más salir a la luz la relación sentimental de Daniel Sancho con Laura, esta joven desapareció y no se subo nada más de su paradero hasta ahora.
“Vanitatis” ha desvelado en exclusiva la Operación Navacerrada. Así han bautizado este medio al plan que siguió la ya expareja de Rodolfo Sancho y su familia para ocultarse y que no le salpicara el escándalo. Cuando salió a la luz el presunto asesinato de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho, Laura, comercial de profesión, se trasladó a la casa familiar de Navacerrada, su segunda vivienda de vacaciones, para instalarse y teletrabajar aislada del mundo hasta que pueda volver a retomar su vida con normalidad.
Esta joven, un año menor que Sancho, tal y como han desvelado en el anterior medio citado, proviene de una familia de bien, como se diría antiguamente, propietaria de varias empresas del sector de la automoción. Su madre y su tío son los directores de un entramado que generan una gran facturación anual y son poseedores de muchas propiedades por todo el territorio español, con muy buenos contactos. Por ese motivo, y antes de verse involucrados en el caso, decidieron actuar y desvincularse del asunto, evitando que su imagen de empresarios quedase manchada. Cuando el primer periodista encontró la casa de la familia, Laura se trasladó inmediatamente a la sierra de Madrid, donde teletrabaja y recibe las visitas de su entorno más cercano, pero sin apenas vida social.
Tal y como ha desvelado “Vanitatis”, Laura y Daniel mantenían un romance totalmente consolidado y tenían inminentes planes de pasar por el altar, con una celebración por todo lo alto. El cocinero estaba totalmente integrado en la familia de su novia, con la que se fue en numerosas ocasiones de vacaciones, casi siempre a gastos pagados. El último año de su noviazgo, la expareja de Sancho tuvo que hacer frente a algunos rumores de infidelidad y los cimientos de su relación comenzaron a tambalearse hasta que, el 5 de agosto, todo saltó por los aires y ahí, Laura, descubrió toda la verdad y decidió desvincularse para siempre del hombre con el que había compartido los últimos 5 años de su vida y con el que tenía planes de futuro.