Antonio de la Cruz: El 15-O, la suma de todos depende del compromiso de la MUD

Antonio de la Cruz: El 15-O, la suma de todos depende del compromiso de la MUD

 

Antonio De La Cruz
Antonio De La Cruz

La estrategia de “frontal assault” empleada por la oposición venezolana durante 3 meses (abril-julio) este año -consistió en ocupar las calles con grandes marchas pacíficas para exigir una solución general a la crisis política, social y económica- ha logrado el aislamiento internacional del régimen de Nicolás Maduro. A tal punto que la Administración americana lo equiparó a los regímenes de Gaddafi en Libia y de Sadam Husein en Irak, al catalogarlo recientemente como un “rouge state”. Y el gobierno de Canadá sancionó a los 40 políticos claves del régimen -una acción singular, por la buena relación bilateral entre Canadá y Cuba.

Bajo este “rouge state”, en dos semanas, los venezolanos podrán votar a los 23 gobernadores que conformarán los gobiernos regionales del país. La decisión de participar en estos comicios el 15 de octubre, es la nueva maniobra política de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)  para enfrentar el régimen de Nicolás Maduro, bajo el supuesto de que ganarán la mayoría de las gobernaciones.





Sin embargo, el régimen de Maduro ha desplegado una serie de maniobras para colocar a la MUD en una posición de desventaja, a través de la intimidación y la desmotivación para votar.

Con este fin, Maduro afirmó el pasado lunes “el que no se juramente ante la [asamblea] constituyente no podrá ser gobernador, ni gobernadora”. Asimismo, informó que el uso del “carnet de la patria” es el documento para votar y da el derecho a recibir los beneficios del Estado: el bono educacional, los útiles escolares, el bono vacacional, la “chamba juvenil”, el pago de las jubilaciones, etc.. Además, transfirió la administración de este documento a los 20 gobernadores oficialistas, mientras que en el caso de las 3 gobernaciones en manos de la MUD se lo entregó al Ministerio de las Comunas. Por otro lado, la MUD informó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) sacó a 17 mil electores del Registro Electoral, y cambio la cantidad de electores por mesa. Por lo que mucha gente ya no votará en la mesa que sufragaba.

Con estas maniobras el régimen de Maduro busca sacar a la MUD de la estrategia electoral, para preservar el control del proceso electoral y para cerrar la brecha ante el rechazo popular.

Si la “intención estratégica” de la MUD es ser gobierno por victorias sucesivas (proceso de mejora continua) -a pesar de que el régimen perdió la confianza del pueblo para gobernar, porque es minoría y sólo le queda la represión para mantener el poder- tiene que sorprender a las fuerzas de la oposición, comprometiéndose como lo propone David Moran en su “Telegrama a los candidatos a gobernadores opositores”.

Según las encuestas recientes, los candidatos de la MUD obtendrían la mayoría de las gobernaciones. Por lo que la MUD debe motivar comunicando el valor que tiene alcanzar la meta de las regionales, y la hoja de ruta para los escenarios de “somos mayoría” y “la gran estafa” después del 15-O. Formarían parte de su contraofensiva a la intimidación y desmotivación introducida por Maduro y el CNE.

En el escenario “somos mayoría” -triunfo de la MUD-, el régimen de Maduro podría “lavarse la cara” y lucir como un gobierno semidemocrático. Porque crearía la ilusión de que el sistema electoral en Venezuela funciona, después de la denuncia de Smartmatic sobre la manipulación en la elección de la Constituyente. A la vez, que daría argumentos a los partidos de la MUD, que con estas victorias se alcanzaría la salida del régimen de Maduro en la elección presidencial de 2018. A pesar de las labores de la Asamblea Nacional Constituyente, que terminarían en 2019.

Es el gran dilema de la MUD, proponer una solución integral en la que converjan el plano internacional que considera al régimen un “rouge state”, un régimen dictatorial, un Estado fallido, con el plano interno en el que Venezuela vive la peor crisis económica de su historia.

En el escenario “la gran estafa” -triunfa el régimen-, la oposición tendría que formar un gobierno paralelo en el exterior, porque el régimen aseguraría su permanencia indefinida en el poder. El afianzamiento de la dictadura cerraría los espacios para negociar una salida a la crisis. El aislamiento del régimen, producto de más sanciones internacionales, generaría mayor miseria a los venezolanos. Y la MUD perdería su rol protagónico en la lucha por la salida a la crisis venezolana.

La MUD debe entender el comportamiento de rechazo por una parte de la oposición a participar en las elección regional, al haber cambiado la estrategia de “la calle” que tenia la meta de una elección general por la de gobernador. Esa comprensión práctica le permitirá rediseñar los objetivos y metas que tienen mayores posibilidades de éxito.

Por ello, la suma de todos para el 15-O depende del compromiso de la MUD con el votante opositor.

Antonio de la Cruz
Director Ejecutivo de Inter American Trends   @iatrends